“Nunca el gobierno había tenido un escenario de esa diferencia (en las encuestas) antes de un proceso electoral. Ahora la tiene. ¿Cómo la cambia? ¡Enreda el juego! ¿Que sea capaz de suspenderla (la elección?) Yo creo que son capaces de cualquier cosa”, aseguró en una entrevista el martes con dos medios internacionales, uno de ellos la AFP.
El gobernador del rico estado de Miranda (norte) aseguró que el gobierno está buscando que los venezolanos “pisen el peine (caigan en la trampa) de la violencia” para “meter miedo a la gente” y advirtió que la idea de suspender las elecciones “es una bomba que el gobierno puede hacer que explote”.
Maduro, heredero político del difunto Hugo Chávez, anunció hace un mes que en junio los partidarios del oficialismo se medirán en unas primarias para elegir a sus candidatos. Las de la oposición serán en mayo. Con las encuestas a favor por “más de 20 puntos” y un evidente descontento social ante la inflación, recesión y escasez en el país con las mayores reservas mundiales de crudo, el dos veces candidato presidencial considera que estas elecciones son decisivas “para derrotar constitucionalmente a este gobierno” .
“No hay razón para perderla. Sería una torpeza, sería un autogolpe”, aseguró Capriles, que no se pronunció al ser preguntado si una eventual victoria de la oposición en las legislativas abriría la puerta para un referéndum revocatorio contra Maduro a partir de 2016, como permite la Constitución.
Capriles, un abogado de 42 años con una dilatada carrera política, concedió esta entrevista durante una visita a una escuela pública en una barriada de Los Teques (capital del estado).
A pocos metros de ahí, en la cima de un cerro, está la cárcel de Ramo Verde, donde se encuentran detenidos otros dos líderes opositores, Leopoldo López y Antonio Ledezma, el primero acusado de incitar a la violencia en las protestas antigubernamentales de 2014 y el segundo —alcalde mayor de Caracas en funciones— “por planes conspirativos”.
Señalando hacia la cárcel, Capriles aseguró que una victoria opositora en las legislativas serviría para entre otras cosas “la amnistía a los presos políticos” y “despolitizar las instituciones”.
López, dirigente de la formación derechista Voluntad Popular, Ledezma, y la diputada destituida María Corina Machado fueron los promotores entre enero y mayo de 2014 de “La salida”, la táctica de sacar al gobierno a fuerza de manifestaciones callejeras que se tornaron violentas y se saldaron con 43 muertos, centenares de heridos y miles de detenidos.
Hace pocas semanas, los tres -considerados del ala radical opositora- firmaron un “Acuerdo para la Transición” , lo que le valió a Ledezma, una figura veterana de la política venezolana, detención y posterior prisión preventiva. En ambas ocasiones, Capriles -considerado del ala moderada- se desmarcó, lo que evidencia para muchos la fractura que hay en la oposición, aunque en las tres últimas elecciones hayan ido bajo una misma coalición, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para tratar de derrotar al monolítico chavismo.
“Tú no puedes hablar de transición hasta que no logres concretar una victoria electoral”, explicó Capriles, que instó a todas las fuerzas opositoras a actuar “con una agenda común”. El chavismo reivindica una y otra vez que en sus 15 años de gestión ha ganado 18 de 19 elecciones, contando presidenciales, legislativas, regionales, municipales y referendos constitucionales y revocatorios. “Todas las acciones que se tomen, si no están en el marco de la unidad, no van a ir más lejos de lo que estamos viendo ahora”, aseguró.