“El compromiso de nuestro Gobierno es mantenernos no sólo preocupados, sino que ocupados en resolver las necesidades, de manera de que puedan retomar y normalizar sus vidas lo antes posible”, expresó Bachelet durante un acto público hoy en el palacio de La Moneda.
El pasado miércoles el volcán Calbuco hizo erupción tras 42 años de permanecer en estado latente, lo cual motivó la evacuación de unas 6.400 personas que habitaban en las cercanías del macizo.
En las jornadas posteriores, la actividad del volcán se mantuvo con una gran dispersión de cenizas y material que ha afectado a varias regiones Chile y también de Argentina.
El Gobierno ha decretado zona de excepción en la región afectada y personal militar se ha desplazado para ayudar en las tareas de despejes de carreteras, traslado de animales y también limpieza de techumbres de casas que se ha visto prácticamente sepultadas por el material volcánico.
En estos momentos, efectivos de las Fuerzas Armadas trabajan contrarreloj para retirar parte de los 210 millones de toneladas métricas de cenizas arrojadas por el volcán y que podrían provocar un gran daño ecológico y económico con las llegada de las lluvias a la zona, prevista para el próximo jueves.
El principal riesgo es que las lluvias que se esperan, al mezclarse con el material piroclástico que está en la ladera del volcán, provoquen lahares e inundaciones.
El fenómeno podría afectar a las zonas aledañas al volcán, ubicadas en el límite de las ciudades de Puerto Varas y Puerto Montt, entre los lagos Llanquihue y Chapo, en la región de Los Lagos, y tiene en su entorno a las localidades de Ensenada, Alerce, Colonia Río Sur, Correntoso y el camino internacional entre Puerto Varas y San Carlos de Bariloche (Argentina).
Las áreas más sensibles serían aquellas donde se acumuló más de 30 centímetros de material sobre laderas de más de 35 grados de pendiente.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) informó este lunes que se registra una disminución de la actividad sísmica y de la emisión de cenizas en el volcán Calbuco. Según el reporte de la entidad la sismicidad en el macizo presenta una “ tendencia a la baja ” .
La entidad detalló que el tremor (temblor que evidencia el movimiento del magma dentro del edificio volcánico) presenta una intensidad moderada, con un promedio de seis sismos de fractura de rocas por hora.
También informó de que la fumarola que emana del cráter continúa de manera más débil, con emisión de ceniza “en declinación”.
Sin embargo, los expertos señalaron que aún debe esperarse más tiempo para determinar si esta situación constituye una tendencia.
Lentamente los habitantes de la zona afectada por la erupción del volcán han ido tratando de retomar la normalidad. Varios colegios han reanudado las clases este lunes.
La presidenta Bachelet subrayó que independientemente de los esfuerzos que se están desplegando en el sur del país los habitantes del norte, que en marzo fueron golpeados por intensas lluvias y aluviones, no serán olvidados.
“Nuestros amigos del norte tienen que saber que vamos a seguir trabajando en los dos frentes, tanto en Atacama como en el sur y en todas las necesidades que puedan existir”, aseguró Bachelet.