“Ese señor se ha fugado y lo estamos buscando como un fugitivo. En algún momento lo vamos a aprehender como un prófugo que no tiene problemas con la Justicia y el Estado boliviano”, dijo a los medios el ministro boliviano de Gobierno (Interior) , Carlos Romero.
El empresario, que fue asesor del hoy presidente de Perú, Ollanta Humala, cuando era candidato en 2006 y está acusado en su país de gestionar intereses de empresas particulares para adjudicarles contratos con el Estado, desapareció este domingo de la vivienda donde cumplía arresto domiciliario en La Paz, poco después de que las autoridades bolivianas anunciaran su pronta extradición.
Además del ministro Romero, su antecesor en el cargo, Hugo Moldiz, cesado tras la fuga de Belaunde, desestimó la tesis del secuestro que el empresario dio en una entrevista telefónica con un canal peruano este martes por la noche.
Belaunde dijo que fue secuestrado por al menos dos hombres en La Paz y que huyó de sus captores, sin precisar dónde se encuentra.
Tan solo dijo que se encuentra prácticamente sólo y que sufrió múltiples golpes al lanzarse del auto en que dos hombres lo llevaban, tras lo que aseguró que el Gobierno boliviano ha contratado sicarios para buscarlo y que su vida “corre peligro”.
Según Romero, esas declaraciones son “ simplemente una movida estratégica con fines de desinformación a la opinión pública ” que, no obstante, muestra que el empresario “tiene posibilidades de comunicarse y de coordinar acciones con gente que le colabora”.
“¿Qué sentido tendría que el Estado boliviano le ponga sicarios y matones para perseguirlo? El señor Belaunde tiene problemas con la justicia peruana, no tiene problemas con Bolivia. Nosotros estamos cumpliendo las diligencias que el derecho internacional nos manda a cumplir”, añadió el ministro boliviano.
Catorce personas han sido detenidas en Bolivia hasta el momento en relación con la fuga del Belaunde, entre ellas sus familiares en La Paz, los policías que lo custodiaban y el abogado Jorge Valda, que le asistía como defensor.
La huida del peruano se saldó con la renuncia del ministro de Gobierno (Interior), Hugo Moldiz, y con el relevo del comandante nacional de la Policía, general Luis Cerruto, en medio de duras críticas del presidente Evo Morales hacia las fuerzas de seguridad.
El exministro Moldiz afirmó hoy que Belaunde prepara con sus declaraciones un escenario que “ojalá sea el de su entrega”.
“Él sabe que no tiene posibilidades ni fuera del país y dentro del país de permanecer mucho tiempo oculto”, dijo Moldiz en unas declaraciones al canal Red Uno recogidas por la agencia estatal ABI.
El exministro señaló que desde el inicio de las investigaciones se descartó un posible secuestro al no haber encontrado indicios de ello en la vivienda donde Belaunde cumplía su arresto.
Agregó que la versión del secuestro no coincide con las declaraciones de los cinco policías a cargo de su custodia, quienes fueron enviados con detención preventiva a los penales de San Pedro y Chonchocoro, en el departamento de La Paz.
La Justicia boliviana también dispuso la detención domiciliaria y la prohibición de salir del país para dos parientes de Belaunde que fueron detenidos acusados de complicidad en la fuga.