Aunque la palabra “biofilia” suena como el nombre de una enfermedad o fobia, en realidad alude a una idea muy positiva. Se refiere a la conexión innata del ser humano con la naturaleza y sus manifestaciones de vida como las plantas y los animales, y el impacto beneficioso que tiene en nuestra salud, emociones y mente estar inmersos en un entorno vivo y natural.
Este amor o afición por la vida y la naturaleza, enraizados en nuestro instinto de supervivencia y evolución como especie, explica nuestra necesidad de estar en contacto con otros seres vivos y con los ecosistemas para poder sentirnos en paz y armonía, según los especialistas.
También explica el bienestar y la serenidad que nos produce tener plantas de interior o un jardín en nuestra casa o pasear por un parque y respirar el aire libre y fresco, añaden.
Esta conexión humana con “todo lo natural y viviente”, se aplica en arquitectura y paisajismo, para diseñar ambientes y construcciones que incorporan formas y elementos naturales, y con fines terapéuticos, por ejemplo, a través de los “baños de bosque” japoneses, consistentes en recorrer un entorno forestal y sumergirse en su atmósfera con los cinco sentidos.
Y ahora la biofilia también ha llegado al ámbito deportivo, ya que hacer ejercicio físico en espacios verdes se ha convertido en una de las principales tendencias de entrenamiento en 2023, según el sitio en linea especializado en salud HealthNews (HN).
Un entrenamiento de biofilia combina nuestro deseo de estar en la naturaleza y el impulso de mover el cuerpo, aseguran.
Es una actividad diferente del simple ejercicio del aire libre, como trotar o andar en bicicleta, que podemos efectuar a veces en los senderos de un parque del vecindario o de un bosque cercano, pero en otras ocasiones en pistas de cemento, calles o circuitos en un entorno claramente urbano.
Los efectos calmantes de la mente, regeneradores del organismo y reguladores del sistema nervioso, que produce el contacto con la naturaleza en un gran espacio abierto, respirando el aire fresco y limpio de ese lugar, se potencian cuando se combinan con el movimiento corporal, según HN.
Además de la sensación de “conexión con algo más grande que nosotros mismos” que genera el mundo natural, hacer ejercicio físico en un espacio verde ayuda a reducir el estrés, mejorar la oxigenación pulmonar, aumentar el bienestar y disminuir la inflamación y también tiene efectos positivos en la memoria, la cognición y las defensas orgánicas, según distintos estudios.
Movimiento y naturaleza
El día de la semana que más se practican deportes al aire libre, como salir en bicicleta o caminar por la naturaleza es el domingo, mientras que otras actividades deportivas como el ‘running’ (carrera) son practicadas preferiblemente de lunes a viernes, sobre todo el día martes, según un informe de la plataforma de salud y belleza Nutritienda, NT.
“La práctica deportiva al aire libre ha aumentado respecto a los años anteriores a la pandemia. Las actividades que más se han incrementado son el senderismo, caminar en la ciudad, la carrera y las salidas en bicicleta. Ello ha repercutido de forma positiva en la población, que ha ganado en salud y calidad de vida”, explica Noelia Suárez, directora de comunicación de NT.
Algunas investigaciones sugieren que hacer ejercicio en la naturaleza al aire libre permite entrenar durante más tiempo, lo que según HN puede traducirse en más repeticiones de un ejercicio, carreras más largas y entrenamientos más fuertes.
Aunque el resultado físico de un entrenamiento en interiores no difiere mucho del efectuado en exteriores, los efectos mentales de entrenar en un entorno verde si que son significativos, aumentando la interacción social, la atención prestada al ejercicio y la probabilidad de continuar entrenando, según un estudio científico.
Con cada vez más personas ejercitándose al aire libre algunas cadenas de gimnasios se han apuntado a la tendencia biofílica, ofreciendo a sus usuarios una variedad de clases en exteriores (danza, gimnasia, yoga) y excursiones de senderismo especialmente diseñadas para mejorar la forma física.
También hay clubes deportivos que ofrecen entrenamientos HIIT (sesiones de ejercicio de alta intensidad intercalados con periodos de ejercicio de baja intensidad o reposo absoluto), en los parques locales, con mancuernas y pesas, según HN.
El auge de esta tendencia en Europa ha impulsado una investigación para determinar cuales son los mejores países para entrenar al aire libre en los meses cálidos, teniendo en cuenta factores como la temperatura promedio, la velocidad del viento, el recuento de polen en el ambiente, el nivel de humedad y la cantidad de horas de luz solar.
El estudio de la plataforma en línea Live Rugby Tickets, LRT constató que España, Francia e Italia ocupan respectivamente los primeros tres puestos entre los países europeos más idóneos para ejercitarse al aire libre.
Les siguen, en cuarto lugar, Alemania, que cuenta con el mayor número de rutas de senderismo (35.092) de los 28 países analizados, y en el quinto puesto, Grecia, con la temperatura media más alta (22,73 Cº), según el estudio de LRT.
Guía para principiantes
Para iniciarse en el entrenamiento biofílico una persona joven, activa y con buen estado de salud, puede crear su propio circuito HIIT (siglas en inglés de Entrenamiento con Intervalos de Alta Intensidad) para principiantes y practicarlo en un rincón de un parque de su vecindario o un bosque cercano, según HN.
En un circuito de este tipo se pueden combinar ‘burpees’ (ejercicios que combina saltos, flexiones y sentadillas), ‘sprints’ (correr a máxima velocidad en una distancia corta) y ‘sentadillas’ (flexionar las rodillas, bajar el cuerpo hacia el suelo manteniendo la verticalidad y luego volver a la posición erguida).
Se sugiere realizar cada ejercicio durante 45 segundos a su máxima intensidad y luego descansar durante un minuto antes de completar una nueva serie de tres ejercicios (‘burpees’, ‘sprint’ y ‘sentadilla”), completando un circuito de 3 a 5 series.
También se pueden practicar ejercicios de biofilia de baja intensidad como caminar con un poco de peso adicional en la mochila, practicar yoga suave, hacer flexiones verticales apoyándose sobre un árbol o realizar abdominales junto a un macizo de flores, en un espacio verde.
“Mientras mueve su cuerpo, tómese el tiempo para apreciar la naturaleza circundante, sintiendo el aire puro que llena sus pulmones y disfrutando de la belleza y energía de la fauna y flora que lo rodean con todos sus sentidos”, recomiendan desde HN.
Hacer ejercicio al aire libre un día soleado (con la protección solar adecuada para la piel y fuera de las horas centrales y más calurosas), aumenta la absorción de vitamina D y tiene un impacto positivo en la presión arterial, la función cognitiva y el estado de ánimo, según la experta británica Carley Mellors-Blair.
Esta experta en acondicionamiento físico desaconseja entrenar en condiciones de alta humedad ambiental y cuando el viento sopla con intensidad, porque podría tener efectos negativos en la salud y seguridad de la persona, y sugiere investigar un poco acerca del entorno, terreno y superficie en los que se hará ejercicio.