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El aumento de la longevidad representa nuevos desafíos para la medicina, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de vida de los adultos mayores.
La sarcopenia, un término que describe la pérdida progresiva de masa muscular producto del envejecimiento, representa un desafío significativo en el campo de la salud geriátrica.
A medida que la población mundial envejece, este fenómeno se ha convertido en un problema de salud pública cada vez más relevante que afecta no solo la capacidad física de los adultos mayores, sino que también aumenta el riesgo de discapacidad, caídas y enfermedades crónicas.
En una visita a los estudios de ABC Cardial el licenciado Guillermo Galarza, experto en Ecografía Músculo-esquelética brindó una serie de consejos para prevenir los efectos del paso del tiempo en nuestro cuerpo.
Tercera edad: qué es la sarcopenia y cómo prevenirla
El licenciado explicó que a partir incluso de la segunda edad, pero mayoritariamente en la tercera, se desarrolla la sarcopenia, o debilidad, la falta de equilibrio y concentración propia de la vejez. “La mayoría de las personas cursan esta etapa, muchas veces sin saberlo”, hasta que descubren que algunas actividades cotidianas se les vuelve más compleja y hasta imposible.
“Nosotros nos enfocamos mucho en la rehabilitación en hacerle entender al paciente esas etapas de la vida. Antes le alzaba a mi nieto que pesaba diez kilos, hoy en día ya no puedo, pero hay formas de hacerlo”, explicó, agregando que como todo órgano, la musculatura y el cerebro se ejercitan.
“El músculo también necesita del trabajo de fuerza y eso es muy importante, lo mismo que para los pacientes diabéticos. No es solamente para los que van al gimnasio, sino también para el que está en la casa constantemente”, expresó.
Recordó que muchas veces los propios médicos recomiendan no alzar cosas pesadas ante un dolor lumbar y agregó que eso ya es un tabú, “porque hoy en día lo que se hace es un proceso de rehabilitación para volver a hacer ese movimiento. No hay que prohibir muchas veces ese movimiento, porque también hay algo que se llama infiltración grasa, que a medida que no te movés, en vez de generar masa muscular genera grasa”.
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Los huesos también necesitan trabajo de fuerza
El licenciado señaló que si bien la sarcopenia se refiere principalmente a la pérdida de fuerza en la masa muscular, la falta de esta fuerza también afecta indirectamente a los huesos. “Es importante la presión que reciben huesos y músculos, porque las articulaciones están preparadas para adaptarse a lo que nosotros les damos”.
Explicó que en el caso de los pacientes sedentarios ni siquiera es necesario llegar a la tercera edad para que surjan los inconvenientes ocasionados por esta condición.
Añadió que hoy en día hay mucha más información y opciones para actividades físicas de bajo impacto, ejercicios contra las caídas, que permiten a las personas sedentarias y de la tercera edad prevenir estas situaciones.
Resaltó que el cambio incluso del enfoque de los profesionales de la salud que dejaron de recomendar a los pacientes mantenerse quietos y empezaron a recomendar el ejercicio que está demostrado traen una serie de beneficios y, sobre todo, previenen enfermedades más complejas.
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