Cómo lidiar con el estrés laboral

Todas las profesiones tienen su carga de estrés por distintos motivos. ¿Sabemos cómo manejamos nuestro estrés cotidiano, un estado que en su forma más severa es considerada una enfermedad mental y que incluso puede llevar al suicidio?

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El estrés forma parte de la cotidianidad de las personas. Si no nos estresamos es porque no estamos viviendo. Según la doctora Mirta Mendoza, directora de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, los estímulos estresantes están siempre presentes, “lo que pasa es que aparecen los síntomas cuando pienso que no tengo las herramientas suficientes para hacer frente a esa situación. La enfermedad aparece no sólo por el estímulo externo, sino porque pienso que ante ese estímulo externo no estoy lo suficientemente preparado”, explica.

El estrés laboral es uno de los más comunes y puede agravarse convirtiéndose en un cuadro de estrés agudo, estadio en que ya es considerado una enfermedad mental, que incluso puede llevar al suicidio. Por este motivo es importante tomar ciertas medidas y precauciones, según recomendó la experta.

El estrés laboral o sindrome del quemado (burnout) es un trastorno emocional de creación reciente que está vinculado con el ámbito laboral, causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado. Este síndrome puede tener consecuencias muy graves, tanto a nivel físico como psicológico. Presenta todos los síntomas de un cuadro de ansiedad que son: irritabilidad, enojo, dolor de cabeza, dolor de cuello, ganas urgentes de orinar, dificultades para respirar, dolor de cintura, palpitaciones, llano fácil, dificultad para dormir.

“Eso va a ir creciendo y si uno no acuerda en manejar esa situación puede llevar a un cuadro depresivo que luego puede llevar a otro trastorno de ansiedad más severo, en el cual también se ven suicidios”, señala y recrea una situación en la que puede ser detectado un cuadro de estrés agudo: “Tu compañero te pregunta si ya terminaste y vos explotás, porque ya estás en un límite”.

Según Mendoza, incluso en la esquizofrenia se ha demostrado que la conducta familiar perjudica a la persona afectada. Cómo maneja ciertas situaciones puede hacer que -aunque esté medicada- tenga una recaída. Señala que estudios donde personas que tenían esquizofrenia, con medicación, y si sus familias contaban con una expresión emocional alta, había más posibilidad de una recaída, que aquellos esquizofrénicos que no tomaban medicación.

“Si en los esquizofrénicos influye el entorno, ¿cómo no va a influir en aquellos que no están fuera del contacto con la realidad? Por eso, aspectos terapéuticos como medidas de tratamientos son sumamente importantes, ya sea psicoterapia, terapias de apoyo, terapias de relajación, arte terapia, danza terapia”, señala.

Mendoza señaló que si bien en principio, el impacto del estrés es sólo emocional, ya luego el mismo se empieza a resentir también corporalmente, a través de enfermedades psicosómáticas como las úlceras, los infartos, las colitis ulcerosas, los problemas de piel entre otros.

Ya que el estrés es algo que está presente en la cotidianidad, al menos deberíamos aprender a controlarlo. En este sentido, la doctora Mendoza dio varios tips a seguir:

-Hacer una lista de las situaciones que nos estresan: Esto para identificarlas y ver cómo eso afecta en todos los ámbitos de nuestra vida. 

-Acudir a una persona de confianza: familia, amigos, el pastor o el cura. Aquí, la experta advirtió que “lo que no necesita esa persona es escuchar consejos. Ella necesita que yo le escuche y que no le juzgue; entonces esas relaciones de apoyo son muy importantes”.

-Ver las situaciones que puedo evitar: “Por ejemplo si digo: 'mi trabajo me estresa', veo qué necesito cambiar porque no es dejar de trabajar, sino ver cómo ese lugar no sea tan estresante”.

Mendoza señala que realizar algún tipo de actividad física “es una forma de ocuparse del cuerpo y de la mente” ya que con esto -según estudios científicos- el cerebro libera endorfinas, que son sustancias que producen sensación de bienestar, que generalmente en las personas deprimidas están disminuidas. Dichas actividades pueden ser por ejemplo clases de zumba y modalidades similares.

Otra manera de ocuparse es a través de la meditación, prosigue. “Para los creyentes, orar es una forma de meditación; para los que hacen yoga, los mantras son formas de meditación, entonces me ocupo de mi mente”, refirió.

Además, otra alternativa constituyen los espacios de recreación; esto es, actividades placenteras para uno que pueden ser otra manera de contribuir al desestrés. “Hay algunos que dicen 'trabajar me da placer' pero tiene que ser una actividad aparte del trabajo, por ejemplo, ir al cine, a comer, ir a bailar, conversar con amigos en una ronda de tereré: hablar de bueyes perdidos y vacas encontradas es una forma de distenderse”, explica.

En este sentido, las pausas laborales juegan un papel interesante, ya que el trabajador tiene un espacio, como ser un sillón, juegos de mesa o simplemente ir a escuchar música. Hoy día, varias empresas ya implementan un momento del día a realizar actividades físicas ya que está comprobado que luego de esto, si bien se sienten cansados, tienen más energía, lo que también contribuye a rendir mejor en sus puestos.

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