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En su afán de buscar réditos electorales, infelizmente para la población en general, el Ejecutivo se halla decidido a congraciarse con sectores, como el de los camioneros y otros como algunos llamados campesinos, haciendo uso y abuso de su poder de administrador del Estado.
¿Por qué el Gobierno se empecina en tocar la economía relativamente libre que tenemos para meter sus manos en un sector como el de los combustibles donde somos como país tomadores netos de precios? ¿Acaso no sabe el Gobierno que los precios del petróleo suben y bajan de acuerdo a la interacción internacional de mercados en los que Paraguay no tiene incidencia?
No resulta llamativo que nuevamente se antepongan los intereses de grupos de poder sobre los de la población, la ciudadanía que paga sus impuestos sin la debida contraprestación.
Abastecimiento
Si hay una lección que la economía fue enseñando en la teoría y en la práctica es que los precios son el resultado de la interacción entre las subjetividades expuestas por las personas en sus intercambios, esto es, la ley de la oferta y la demanda es sencillamente una forma de explicar lo que los individuos deciden en sus compras, ventas e intercambios voluntarios.
Lo más importante en la economía de mercado no es precisamente la competencia como parece ser la primera explicación. Lo esencial en un genuino mercado es la libertad económica. El hecho cierto que las personas puedan comprar, vender, trabajar, comerciar, contratar sin interferencias absurdas por parte del Estado promueve incentivos extraordinarios. Si el Estado se entromete en lo que las personas entre sí pueden hacer mejor sin dañarse, pues terminará ocasionando violencia, pobreza, desempleo y desabastecimiento.
Es imposible la eficiencia económica en donde se crea que la información que poseen los individuos pueda encontrarse planificado concentrándose en lo que algunos burócratas y políticos creen mejor para los demás. Las compras, ventas, órdenes de producción y de comercialización, los movimientos de mercaderías es una obra delicada de la acción humana y nunca podrá ser suplantada por el Estado.
Todas las dictaduras, sean de izquierda o derecha, que alguna vez se decidieron a buscar el bienestar de la población terminaron creando tormentos. El mercado es un proceso de descubrimiento continuo.
Información
La información dada en el mercado en donde los empresarios, pequeños, medianos y grandes, tratan de obtener mediante el intercambio voluntario, es un proceso que se regula solo y en donde no faltarán ni sobrarán las naranjas, los tomates, el pan, el jabón y los combustibles si se deja que funcionen el mecanismo de los precios. Son los precios los que transmiten una información valiosa.
Si un empresario, pequeño, mediano o grande, fija sus precios por encima de los valores de mercado, simplemente no vende. Y los precios, a su vez, no tienen nada que ver con que se pueda tener razón sobre un tema. Un empresario puede llevar a cabo la mejor campaña de marketing sobre que su producto o servicio, que es el mejor de todos, pero el que decidirá si dicho producto o servicio permanecerá en el mercado y le repondrá ganancias será el consumidor.
El consumidor es el que manda y decide todos los días sobre la suerte del empresario. Por tanto, si vamos a hablar de democracia pues la democracia del y en el mercado es la mejor de todas. La misma se pone en marcha en cada minuto y día que pasa. Los precios, igualmente, no son arbitrios.
Los precios se forman cuando las personas voluntariamente cooperan e intercambian derechos de propiedad. No se puede cooperar ni intercambiar sin que previamente uno mismo no pueda decidir con sus respectivas consecuencias sobre lo que tiene.
El mercado o lo que es lo mismo las personas en sus decisiones de comprar, vender, producir e intercambiar es el que premia al que mejor sirve a la gente y, por ende, concitará el aumento de las ganancias. En un mercado libre gana la gente y no la política.
Desabastecimiento
Infelizmente no siempre gana la gente que desea trabajar y dar lo mejor para sí mismo y sus familias. Esto sucede cuando sobreviene el intervencionismo estatal. Aquí ganan los burócratas y políticos porque les seduce el hecho de decidir sobre los demás haciendo alarde de que los otros no son suficientemente capaces.
Vienen con el cuento del control. Control que viene de todas las formas (lo vemos con la pandemia), ya sea de los precios como de la misma producción y comercialización. De hecho, una manera en que los intervencionistas siguen creyendo (pese a sus miles de años de fracasos) está en que tocando artificialmente los precios para abajo o para arriba, se conseguirán mejores resultados.
Si el Estado mediante sus leyes y normativas en general exige a los productores y vendedores de galletas que su precio sea bajo, el incentivo por producir más galletas se verá afectado negativamente y empezarán a haber menos galletas y de ahí en más empezará el proceso de desabastecimiento.
El problema al que nos enfrentamos en Paraguay está en que unos cuantos siguen teniendo la idea, por cierto profundamente autoritaria, de creer que los demás deben ser guiados como por un brete donde unos pocos deciden por otros. Si se intervienen los precios que es lo mismo que decir cuando el Estado se entromete en las decisiones voluntarias de las personas colocando precios por encima o por debajo del mercado siempre habrá una distorsión dañina sobre la gente.
El desabastecimiento de combustibles y luego de alimentos de la canasta familiar al que el Gobierno está arrastrando al país tiene un solo origen: el intervencionismo estatal creado y alimentado por burócratas y políticos a quienes les encanta tener a la gente como sus víctimas.
Tocar
Gobierno se empecina en tocar la economía relativamente libre que tenemos para meter sus manos en un sector como el de los combustibles.
Esencial
Lo esencial en un genuino mercado es la libertad económica, que la gente compre, venda y trabaje, etc. sin interferencias del Estado.
(*) Catedrático de materias jurídicas y económicas en UniNorte. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la Libertad y la República”.