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La población ocupada agrupa a las personas que trabajaron con o sin remuneración, por lo menos una hora en el período de referencia o que, aunque no hubieran trabajado, tenían empleo del cual estuvieron ausentes por motivos circunstanciales (enfermedad, licencia, vacaciones, paro, beca, etc.).
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el tercer trimestre de este año con relación al mercado laboral femenino observa una paulatina recuperación en el sector privado, con un crecimiento del 26% (77.747 personas), lo que de un total de 300.152 mujeres laborando en el tercer trimestre de 2020, la cantidad pasó a 377.899 en igual periodo, pero de este año. Pero pese a dicho incremento, el número de trabajadoras aún se encuentra por debajo del registrado en la prepandemia.
Con relación a las que activan por cuenta propia, el estudio también verifica una evolución favorable del 8%, o de 34.284 más personas en la mencionada categoría. De esta manera, en el tercer trimestre de 2021 se ha registrado un total de 442.419 cuentapropistas.
La categoría de empleado doméstico también ha mostrado una reinserción importante de la mano de obra femenina cercana al 30%. La reinserción en el mercado laboral se ha traducido en más de 54.000 mujeres en el comparativo interanual del tercer trimestre.
Con respecto a las demás categorías ocupacionales, los datos muestran un crecimiento sostenido del empleado y obrero público, donde las mujeres pasaron de 193.490 entre los meses de julio, agosto y setiembre de 2019 a 195.868 en igual periodo de 2020 y a 202.559 en el año 2021. Mientras que se observa una reducción desde el 2019 de mujeres trabajando como empleadoras. En el tercer trimestre de 2021 se han contabilizado a 29.251 mujeres bajo la mencionada condición cuando un año antes totalizaban más de 35.600. Así mismo se registra una salida importante de mujeres como trabajadoras de familia no remunerado, que entre los meses de julio, agosto y setiembre del año pasado agrupaba a 186.606 empleadas frente a los 133.791 en mismo periodo de 2021.
Empleo doméstico y del sector público
La reapertura de las actividades absorbió nuevamente la mano de obra femenina. Es decir, el mercado laboral de dependencia reclutó a las mujeres en los distintos sectores económicos del país.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres se encuentran altamente concentradas en actividades vinculadas al empleo doméstico. La población ocupada femenina en la mencionada categoría es del 94%, frente al 6% de conformación masculina. En la del trabajador familiar no remunerado, el 59% de las mujeres se ocupan en la citada actividad con respecto al 41% de los hombres.
Las mujeres también se destacan con el 53% por encima de los varones (47%) como trabajadores del sector público. En las demás condiciones laborales, predomina el empleo de mano de obra masculina. A decir, en el trabajador por cuenta propia con el 58% de hombres con ese cargo y 42% de mujeres, además con una diferencia mayor en las demás categorías: empleado obrero privado y empleador patrón.
Los números revelan la aún existencia de la brecha de género a nivel laboral en el país. El peso familiar que llevan las mujeres limita su independencia reduciendo las oportunidades de mayor reinserción profesional, pese al crecimiento que han tenido en los últimos años. Sin embargo, las condiciones de desigualdad van en detrimento del potencial de las trabajadoras y los hombres continúan predominando en el sector privado y como empleadores.
Tamaño de empresas y empleo por género
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y procesados por la consultora MF Economía/Inversiones revelan que el significativo crecimiento que tuvieron las microempresas desde el inicio de la pandemia comenzó un proceso de desaceleración al arrancar el 2021, lo que se acentúo entre los meses de julio, agosto y setiembre.
Así, la cantidad de personas empleadas en este tamaño de empresas se ubicó en 2.284.534, es decir, alrededor de 21.000 trabajadores menos al comparar con el segundo trimestre del mismo año y similar cantidad con respecto al 2020. Es de recordar que una microempresa es aquella formada por hasta un máximo de diez personas, en la que el propietario trabaja personalmente él o integrantes de su familia y factura anualmente hasta el equivalente a G. 500.000.000.
Las denominadas pequeñas empresas, es decir, la unidad económica que factura anualmente hasta G. 2.500.000.000 y ocupa hasta treinta trabajadores también ha mostrado una desaceleración en la cantidad de mano de obra empleada. En el tercer trimestre de este año salieron de estas empresas un poco más de 20.000 personas en el comparativo intertrimestral, es decir, con relación a los meses abril, mayo y junio de este año, con lo que se encuentran trabajando aproximadamente 295.000. Con respecto al mismo periodo, pero de 2020, la diferencia es de 12.500 más de personas.
Las medianas empresas consideradas así porque su facturación anual es de G. 6.000 millones y que emplean hasta cincuenta trabajadores han mostrado un comportamiento casi lineal desde la prepandemia hasta en el tercer trimestre de este año.
16.000 nuevas manos de obras empleadas
En el comparativo interanual se observa un crecimiento de aproximadamente 16.000 nuevas manos de obras empleadas en el sector de medianas empresas y en el intertrimestral, es decir, con relación al segundo trimestre de este año también se observa un aumento con la inserción de más de casi 6.500 personas, entre julio, agosto y setiembre estaban empleadas en el país 112.595 personas.
En las empresas donde dan empleo a 51 y más personas (intermedias y grandes) es donde la población ocupada se ha disparado de manera importante desde los últimos dos trimestres de 2021. Esto, al considerar que en el primer trimestre de este año existían 261.592 trabajadores prestando sus servicios y en el tercer trimestre llegó a 347.845 laborando en las compañías con la mencionada característica.
En lo que respecta al empleado doméstico, el comportamiento también muestra el proceso de recuperación desde el segundo trimestre de lo que va del presente año. La reinserción, sobre todo, de las mujeres ha sido significativa en esta actividad. Pasó de 204.573 personas empleadas en esta categoría ocupacional en el tercer trimestre de 2020 a 265.222 en el mismo periodo de 2021.
El mayor crecimiento
Conforme con los datos, el mayor crecimiento de mano de obra empleada se ha visto en las grandes empresas. El trabajo masculino representó una incorporación de alrededor de 14.000 trabajadores y aproximadamente 11.000 de mujeres.
Al desagregar por género se observa como anteriormente se mostraba, la mayor concentración de las mujeres (94%) dentro de la categoría de empleado doméstico. En los demás tamaños de empresas, prevalece la población ocupada masculina. A decir, las microempresas tienen al 63% de los hombres trabajando frente al 37% de las mujeres. En las pequeñas, la relación es de supremacía masculina de 62% y 38%, en las medianas 58% y 42%. Finalmente, en las de 51 y más personas, el 61% son hombres y el 39% mujeres.
Informalidad: ¿Mayor nivel en el empleo femenino o masculino?
La reactivación económica con la consecuente recuperación del mercado laboral en el país no ha significado un proceso fácil. De hecho, los números del Instituto Nacional de Estadística y procesados por la Consultora revelan que la cantidad de trabajadores en condiciones de informalidad ha aumentado entre el tercer trimestre de 2020 y el mismo periodo de este año.
Si bien, la informalidad es relativamente mayor en los hombres, el crecimiento interanual ha sido superior en las mujeres. Así, de 881.011 trabajadores informales en el 2020, tras un año, el número pasó a 972.837 hombres en la mencionada condición, lo que representó un incremento del 10%. En tanto que, en el caso de las mujeres, el aumento fue de 24%, es decir, de 662.136 en el 2020 a 821.003 empleadas en la informalidad entre los meses de julio, agosto y septiembre de 2021.
Con relación a la categoría ocupacional se observa que los hombres son más informales dentro del grupo de empleado obrero privado (61%) y como cuentapropistas (26%). En cuanto a las mujeres, el mayor nivel de informalidad se registra en la condición de trabajador por cuenta propia (35%), de empleada doméstica (29%) y como trabajadora del sector privado (25%).
Al analizar los números de la población ocupada, según tamaño de empresa, el 84% y 62% de hombres y mujeres informales se encuentran trabajando en las microempresas. La categoría de empleada doméstica figura como la segunda de mayor ocupación femenina en condición de informalidad.
Los datos presentados reafirman la urgente necesidad de implementar políticas de empleo que permitan no solo mantener la mano de obra, sino impulsar la reincorporación de nuevas personas en el mercado laboral bajo claras condiciones de empleabilidad.
En concordancia con el documento de la OIT: “Empleo e informalidad en América Latina y el Caribe: una recuperación insuficiente y desigual”, no solo Paraguay sino la región requieren adoptar una agenda de políticas integrales, consensuadas y de gran alcance, centrada en las personas con enfoque de género y que apuntale la creación de más puestos de trabajo formales.
Grandes
El mayor crecimiento de mano de obra empleada se vio en las grandes empresas. Incorporó 14.000 empleos masculinos y 11.000 de mujeres.
Mipymes
Microempresas emplean al 63% de hombres frente a 37% de mujeres, y en las pequeñas empresas activan 62% hombres y 38% mujeres.
Crisis
La crisis sanitaria sigue golpeando a unas 32 millones de personas desempleadas en toda América Latina y el Caribe.
Ocupada
En Paraguay, el mercado laboral tuvo una clara tendencia de recomposición. Se dio un aumento de la población ocupada masculina y femenina.
Reducción
En el periodo analizado se dio una considerable reducción del desempleo femenino que son indicadores de recuperación en lo que va de este año.
Preservar
El confinamiento convirtió al teletrabajo y la digitalización en la oportunidad de preservar los negocios de miles de empresas y millones de empleos.