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En 1948, la Primera Asamblea Mundial de la Salud, considerado como el máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), propuso que se estableciera un “Día Mundial de la Salud” con el propósito de conmemorar la fundación del organismo sanitario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial en el área de la sanidad.
Es así que desde 1950, cada 7 de abril, esta conmemoración ofrece la oportunidad de movilizar acciones en torno a un tema de salud específico que preocupe a las naciones del mundo.
Este año, la fecha se celebra bajo el lema “Nuestro planeta, nuestra salud”.
Es mediante esta campaña que se lanzará hoy en todo el mundo, que se instará a las personas, las comunidades, los gobiernos y las organizaciones de todo el mundo a compartir sus historias sobre las medidas que están adoptando para proteger nuestro planeta y nuestra salud, indican desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La salud en Paraguay
Nuestro país, pese a los avances tecnológicos en materia de medicina de alta complejidad, sigue estando muy alejado de la atención de primer nivel en el sector público.
Es así que una atención de calidad, muchas veces se consigue exclusivamente en el sector privado.
Durante los últimos dos años, tras el inicio de la pandemia del covid-19, la salud de cada paraguayo incluso se vio más resentida.
La falta de medicamentos, insumos básicos, camas de internación, ambulancias y otros servicios son un problema histórico en la salud paraguaya. No obstante, la atención se vio empobrecida durante la crisis sanitaria que desató la propagación del SARS-CoV-2.
Derecho a la salud
Paraguay, además de ser un país que vive en emergencia sanitaria, tiene una estructura de salud que quedó estancada en los años 90, según un informe presentado por la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy).
“El covid-19 ha venido a relevar en la agenda pública lo que venimos denunciando hace 25 años, la salud de la población está determinada por el modelo de producción y reproducción social que genera empobrecimiento, desigualdad, enfermedad y muerte, y el sistema nacional de salud funcional a las políticas neoliberales, está deliberadamente precarizado, desfinanciado y mantiene inequidades sanitarias por cuestiones de género, clase social, etnia y territorio”, dice parte del informe.