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Debo aceptar que algunas cosas se han hecho, como tiene que ser, rescato los chispazos viales que se han hecho y las casas, para los sin y con techo, que se han hecho con el dinero que pagarán los nietos y con la plata que viene desde una isla que ayuda al país para producir pescados, flores, puestos de salud, equipos sanitarios y ambulancias, rutas, empedrados, parlamento, profesionales y becarios, casas y cerdos.
Saludar con sombrero ajeno fue siempre la constante de todos los gobiernos de este país. Hasta los helicópteros que recibimos de regalo parece que funcionan mejor que los costosos aparatos que no funcionan. Las autoridades suelen lucirse con todas las cosas que reciben de regalo, pero nunca acotando que se generan por el poder casual ni con la capacidad de gestionar los bienes provechosos porque los que ayudan tienen el porte y el arqueo de poder entregar esos aportes a países como el nuestro.
La gente tonta y sonsa todavía cree que tal presidente de esta república ha hecho y dejado cosas maravillosas con el correr de los 5 años, lo mismo vale para los muchos intendentes y gobernadores con sendos carteles de sus gestiones y obras realizadas con el dinero del pueblo. Le pongo comillas a que valga lo mismo para muchos de nuestros parlamentarios, algunos ministros de la Corte que le dan el corte a la torta para el provecho propio, ministros y directores de entes que ya de antes eran corruptos.
Esto de expulsar a senadores y que regresen días después, con más fuerza y más poder, es algo que solo corresponde a republiquetas bananeras y de otros lares antropófagos. La gente hizo hurras cuando fueron excretados del parlamento y pocos días después regresaron con la gloria de poder seguir siendo sinvergüenzas, cobijados bajo la sábana extendida por la Constitución y bajo el lienzo de un falso santo sudario que siempre extienden los que tienen el mando corrupto y putrefacto para sus aliados del mismo tenor y equivalencia.
Un parlasuriano norteño y el repetido diputado que sabe contar con los dedos hasta diez pero en inglés son algunos grandes referentes que sigue teniendo este Paraguay en contubernio con los partidos políticos, sus corruptos jefes y oficiales partidarios y la culpabilidad propia de aceptar cargos y funciones que le quedan como calzarse al revés o hacerse la pregunta: “¿qué hago yo acá?”. ¿Cómo es que los partidos políticos permiten que gente de esta calaña ocupen estos lugares? Se sabe que el norteño entregó miles de dólares para no saber dos cosas: dónde está su dinero y para qué está él en el Parlasur.
Un diputado que aceptó ser corrupto y sinvergüenza por colocar caseros, y chupar parte del sueldo de sus domésticos que pagaba todo el Paraguay, compensó la joda con la entrega de un generador de electricidad en este país eléctrico. El que genera un desfachatado e insolente ejercicio de poder soluciona el drama con un generador.
Quedó comprobado que una hidroeléctrica derrochó lacrimosos millones del pueblo para generar que muchos lloren, pero de contentos. Ya estamos podridos de no tener electricidad y de generarse ladrones y malandros. Como puede notarse, la pasión por generar la joda y el enamoramiento de las autoridades por la ubre y la leche estatal no tiene límites, ¿o sí? Puede ser porque al este limitamos con el contrabando de la carne, “estupefacientos”, armas y cigarrillos, al oeste se limita con lo mismo, hacia el sur el límite es igual y el norte para el Paraguay es un rumbo que genera esperanza y que siempre anuncian pero que ya es hora que aparezca...
caio.scavone@abc.com.py