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ITAUGUÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal). El acto de asunción al cargo del Dr. Hernán Martínez estuvo a cargo del director general de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud, Dr. Raúl Luis Latorre.
El nuevo director venía desempeñándose como jefe de Terapia Adultos y su nombramiento fue bien recibido por el funcionariado, que no quería en el cargo a un político, como el exdirector Gustavo Ortiz, según expresaron. Asume el desafío de levantar un hospital sumido en ruinas.
Latorre manifestó que el ministro Antonio Barrios eligió a una persona que tiene conocimiento de todas las fortalezas y debilidades del nosocomio para continuar con el proceso de fortalecimiento del centro de referencia nacional.
“Aquí se están haciendo grandes cosas, como el fortalecimiento del área quirúrgica con la nueva cirugía bariátrica laparoscópica; en el área de cardiología a la fecha se hicieron 239 cateterismos, 61 angioplastias percutáneas coronarias con colocación de stent y otras importantes mejoras, y en todo esto va a ser un punto fundamental la gestión del Dr. Martínez”, puntualizó.
Para la refuncionalización y la refacción de los pendientes históricos en función a cableado, arreglo de baños, así como de algunos bloques y el resto de infraestructura serán acompañados de manera muy cercana por la administración central del Ministerio de Salud, indicó.
Destacó que para el efecto este año se previó una inversión de un millón de dólares, de los cuales dijo que ya está en ejecución un porcentaje, aunque no supo precisar la cifra porque, según explicó, la maneja el director administrativo.
El nuevo director, Dr. Hernán Martínez, dijo que asume un compromiso muy grande, que tiene la fe, la esperanza y la seguridad de que todos juntos van a sacar adelante al gran Hospital Nacional.
“Hacemos muchas cosas buenas en este hospital y vamos a seguir haciéndolas”, dijo el Dr. Martínez.
Por su parte, el exdirector interino, Dr. Angilberto Paredes, relató que llegó con miedo al hospital para hacerse cargo de manera interina, debido a que le advirtieron que los funcionarios tenían un alto grado de conflictividad.
“Sin embargo, puedo decir que, por el contrario, encontré la mayor predisposición de la gente, y el ejemplo de eso es que logramos mejorar la limpieza, armar las estructuras, formar equipos; siempre hubo una predisposición para trabajar y mejorar el hospital”, expresó.