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Los incendios que han venido ocurriendo en diferentes puntos del país y que han tenido su punto álgido en el Chaco paraguayo, en donde persisten aún focos pequeños, han dejado tras de sí enormes pérdidas en recursos naturales. La titular del Instituto Forestal Nacional (Infona), Cristina Goralewski, denunció el origen de los siniestros como “actos criminales”, es decir que habrían sido provocados. Las consecuencias del fuego fueron devastadoras, y del total de hectáreas quemadas, el 97% corresponde a bosques nativos, mientras que el resto se reduce a pastizales y palmares. Se estima que unas 20 estancias figuran entre las más afectadas. Las autoridades se afanaron en la búsqueda de los responsables del inicio del fuego, para procurar cortar de raíz parte de esta calamidad que cada año suele afectar a nuestro país y a otros vecinos, dejando las implacables llamas una secuela de grandes perjuicios.
Es de destacar el Sistema de Monitoreo de Incendios Forestales que, de acuerdo al Infona, engloba un conjunto de herramientas tecnológicas y procesos diseñados con el objetivo de recopilar, sistematizar, analizar y proveer información necesaria para la detección y alerta temprana de los incendios, como asimismo, para preparar una respuesta que haga posible minimizar los daños.
En efecto, el mencionado sistema de monitoreo constituye una “herramienta de estimación del riesgo de ocurrencia de incendios forestales”, con una tecnología basada en el análisis espacial multicriterio, donde las informaciones geográficas son utilizadas para la construcción de escenarios de riesgos. A ello se suma el acopio de información empírica basada en la experiencia, lo que en nuestro caso indica que a partir de los meses de agosto y setiembre anualmente se realizan las quemas de pastizales que, asociadas a las condiciones de altas temperaturas que ya comienzan a manifestarse, la carga de combustibles y el viento, constituyen un caldo de cultivo para el eventual inicio de incendios.
Uno de los coletazos de los siniestros ocurridos en diferentes partes del país se ha sentido en la salud humana, ya que, de acuerdo a la opinión de los expertos, el humo de la combustión de cualquier tipo de material incinerado, entre ellos, el de la quema de biomasa, puede agravar dolencias como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), a más de ser susceptible de elevar el riesgo de infarto de miocardio o un ictus. En relación a los incendios en el Chaco, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) reportó de personas que han sido afectadas por irritaciones en las vías respiratorias, afecciones conjuntivales y cefaleas, como así también consecuencias en la presión arterial.
Por supuesto, la fauna y la flora de las zonas afectadas han sido también gravemente afectadas. En 2023, Óscar Rodas, de la organización WWF Paraguay, participante en un evento paralelo a la “Cumbre del clima 2023″, llamó la atención de que en nuestro país la tasa de perdida de ambientes naturales, principalmente bosques, ha promediado las 325.000 hectáreas por año, en los últimos 25 años. Si a esto se suma que los últimos incendios en el Chaco, aparte de devorar unas 200.000 hectáreas de bosques, el implacable fuego arremetió también contra la fauna silvestre, afectando a numerosas especies, como mborevi (tapir), kure ka’aguy (pecari), tirika, jaguareté, oso hormiguero, armadillo, carpincho y numerosas aves, cuyo habitat ha sido destruido, al punto de que se vieron a animales acercarse a los rescatistas como pidiendo socorro.
Los siniestros han sido dominados gracias a un gran esfuerzo combinado de institucionales nacionales, las fuerzas armadas, los cuerpos de bomberos, personal de blanco y los pobladores que lucharon denodadamente a riesgo de sus vidas, esfuerzo que se vió beneficiado con oportunas lluvias. Estos esfuerzos deben ser apoyados por toda la población. En este sentido, no todas las veces las instituciones que luchan contra las calamidades o realizan labores solidarias reciben la ayuda estatal necesaria, por lo que deben apelar a la ciudadanía, como lo está haciendo ahora el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP) para continuar con su valiosa tarea. Esta entidad lanzó su campaña anual “Juntos Hacemos Más”, con el apoyo de Bancard SA, que lanzó un “QR Solidario” para que las personas que quieran colaborar puedan hacerlo desde las app de bancos, financieras, billeteras o cooperativas.
Más que nunca esta colaboración es necesaria, porque recién está comenzando la época de calor y no se debe bajar la guardia, sino mantener activo más que nunca el sistema de alerta temprana, para responder con rapidez y coordinación ante las nuevas contingencias que se produzcan.