Cartismo ya insinúa protección a “Nenecho”

Incapaz de dar algo más que explicaciones vagas sobre el uso de los más de 500.000 millones de guaraníes que debieron invertirse en obras de infraestructura, el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, cartista) apeló al remanido expediente de presentarse como víctima de una campaña de prensa. Afirmó que se lo está “acosando”, como si implicara un hostigamiento el hecho de que los periodistas le insistan en que diga con claridad en qué se gastaron esos fondos que los contribuyentes deberán devolver con intereses a los tenedores de bono. Atendiendo a declaraciones del senador cartista Basilio “Bachi” Núñez, “Nenecho” puede confiar en que sus espaldas están cubiertas.

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Incapaz de dar algo más que explicaciones vagas sobre el uso de los más de 500.000 millones de guaraníes que debieron invertirse en obras de infraestructura, el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, cartista) apeló al remanido expediente de presentarse como víctima de una campaña de prensa. Afirmó que se lo está “acosando”, como si implicara un hostigamiento el hecho de que periodistas de los distintos medios le insistan en que diga con claridad en qué se gastaron esos fondos que los contribuyentes deberán devolver con intereses a los tenedores de bono. Los comunicadores, que encarnan el derecho de la gente a conocer el manejo de la cosa pública por parte de sus autoridades, no le preguntan en este caso a “Nenecho” nada de su vida privada, de sus preferencias, o cómo se lleva en su casa, sino que explique, como administrador de la máxima institución capitalina, dónde fue a parar la cuantiosa suma que está en danza. Y, por supuesto, como ocurre con la prensa en todas partes, exige respuestas claras y no evasivas sin exhibir las evidencias que avalan las manifestaciones.

Y bien, “Nenecho” entregó el informe requerido por la Contraloría General de la República con mucha demora, ignorándose hasta ahora si fue satisfactorio o no. Lo que no hizo es mostrar a la población las obras construidas, lo que sería muy sencillo si, en efecto, allí estuvieran. Muchos de los proyectos llevan mucho tiempo de atraso, y ante la noche que se le viene encima, se puso a inaugurar algunos inconclusos, y hasta le acompañó el presidente Santiago Peña, en evidente señal de apoyo a su deplorable gestión.

Aunque no se trata de una información pública reservada, calificada como tal por la ley, la Municipalidad se negó a brindarla incluso a un edil como Álvaro Grau (PPQ), forzándolo a plantear un amparo judicial, que le fue otorgado parcialmente el 9 de junio, dándosele al intendente un plazo de quince días hábiles para brindar los datos pedidos o indicar dónde se hallan.

Insólitamente, “Nenecho” lamenta que solo se ocupen de su desempeño: “¿Por qué no averiguamos cómo están las otras intendencias?”, aconsejó a los periodistas, como si alguna mala gestión de otra institución justificara sus presuntos notorios desmanejos.

En una línea similar, de defender a capa y espada a los leales al cartismo, preocupándose poco o nada de su culpabilidad o no, el senador Basilio Núñez (ANR, cartista) señaló que, como habría dicho el intendente, “hay faltas administrativas que todas las instituciones tienen”, minimizando así totalmente la cuestión de fondo: conocer el destino de más de 500.000 millones de guaraníes provenientes de bonos. Luego, el legislador proporcionó una respuesta aun peor, al ser consultado si el cartismo apoyaría una eventual intervención de la Municipalidad de Asunción si se constatara alguna irregularidad: “Si se interviene la de Ciudad del Este, sí”. Esta expresión permite concluir que las intervenciones son una moneda de cambio. En otras palabras, si la administración municipal está a cargo de un correligionario o compañero de bando, podrá desviar todos los fondos que quiera, mientras no sea intervenida otra que está a cargo de un intendente opositor.

La evidente inmoralidad de semejante trapicheo muestra hasta qué punto se ha degradado esa medida de rango constitucional, alentándose así la corrupción y la impunidad lisa y llana. La admisión descarada de esta clase de negociaciones repugnantes hace pensar que “Nenecho” puede confiar en que sus espaldas están cubiertas, mientras la ciudadanía se quedará sin saber adónde fueron a parar los más de 500.000 millones de guaraníes. Esta grave situación solo puede ser cambiada por una manifestación firme y sostenida de los asuncenos, dentro de lo que manda la ley, porque poco o nada se puede esperar de las instituciones y personas que deberían defenderlos.

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