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La manifestación es para defender el derecho a trabajar en un ambiente normal, sin ser atropellados y perjudicados por la ejecución poco razonable de este proyecto del Metrobús, argumentó ayer ante nuestra consulta el presidente de la Asociación de Propietarios, comerciantes, Trabajadores, Usuarios y Afines (APCTUA), Édgar Gill.
El planteamiento de Gill fue apoyado por otros integrantes de dicho gremio, entre ellos algunas de las frentistas que desde hace varios días se encadenan simbólicamente en la calle en un precario campamento instalado en la ruta Mariscal Estigarribia y Zavala Cue (Km. 7,5), hasta donde ha llegado el frente de obras del proyecto metrobús, extendiéndose desde la Avda, del Agrónomo (Km. 11,5, zona del Campus de la UNA).
“No estamos pidiendo que paren las obras, sino que culminen los 4 kilómetros ya intervenidos”, que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y su contratista, la portuguesa Mota Engil, “cierren los desastrosos fosos que abrieron en este tramo y reconstruyan la avenida, las veredas y los accesos que teníamos”, expresaron al respecto.
Por su parte, Gill dijo a ABC que ellos están luchando para que la opinión pública y el MOPC tomen conciencia, o por lo menos conocimiento de los daños que están sufriendo y que los responsables vean la forma de revertir la actual situación. Contó que las ventas o el volumen de negocios han mermado casi el 70% para comercios situados sobre el tramo intervenido y casi 40% en zonas cercanas.
“Somos avasallados. Hasta ahora contamos 39 negocios cerrados o locales desalquilados, de los cuales 30 son negocios pequeños, de gente que vive el día a día. Incluso, ayer se mudaron unos colegas que estaban a unos 50 metros de Zavala Cue, que aún no fueron alcanzados, pero que ya sienten el perjuicio de las obras. Y así todos los días tenemos una historia nueva. Por ejemplo, ahora otro comerciante miembro de nuestra Asociación me comunicó que tuvo que sacar como G. 70 millones del banco para indemnizar a tres empleados que ya llevaban varios años de trabajo con él. Esto golpea a todos”, describió Gill.
Y recordó que las autoridades del MOPC dijeron en principio que avanzarían kilómetro por kilómetro y que cada kilómetro llevaría dos meses, máximo tres, pero ya pasaron un año y cuatro meses y no hay un solo kilómetro despejado. “Deben programar esto de otra manera, no pueden seguir rompiendo y rompiendo nomás”, dijo Gill al expresar su indignación por esta obra.
Proyecto que se encarece
El metrobús es un proyecto que se encarece a medida que avanza. El contrato entre el MOPC y Monta Engil Ingeniería y Construcción SA se firmó el 31 de marzo de 2016 por G. 300.417 millones, a los que a través de una adenda se agregó el 21 de diciembre de 2017 un monto de G. 103.483 millones, llegando a un total de casi US$ 73 millones al cambio actual. Una parte es financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).