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Una auditoría de cumplimiento de la Contraloría General de la República (CGR) a Petropar detectó varios incumplimientos en la ejecución del proyecto de montaje y puesta en marcha de una nueva línea de molienda de caña de azúcar en la alcoholera de Mauricio José Troche Troche (Guairá). El informe fue presentado ante el Congreso Nacional el martes último.
Esta obra habían adjudicado a la empresa Estructura Ingeniería SA (EISA), de Alberto Palumbo, en diciembre del 2021, por un monto de G. 195.299 millones, durante la administración de Denis Lichi, y desde el principio tuvo serios cuestionamientos. El proyecto continuó con el sucesor de Lichi, Pedro Román, que ni siquiera sancionó los retrasos.
Ahora, la CGR reveló que Petropar ya realizó pagos por un total de G. 41.815 millones durante el ejercicio fiscal 2022 por la obra, de los cuales algunos ítems, por total G. 30.949 millones, “se encontraron inconclusos y otros sin evidenciarse procesos ni instalación”.
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El informe del ente de control señaló que a la fecha de verificación in situ, realizada 3 de mayo de este año, se corroboró el incumplimiento de lo establecido en el contrato, concretamente en el punto 8, que tiene que relación con el plazo, lugar y condiciones de la provisión de bienes.
Obras inconclusas o no realizadas
Según la CGR, con el fin de verificar el cumplimiento de las especificaciones técnicas del contrato, se procedió a la revisión de los documentos que respaldan la ejecución de la obra, constatándose pagos durante el ejercicio fiscal 2022 por total de G. 41.815 millones, de los cuales algunos ítems, a la fecha de verificación ocular in situ realizado por el equipo auditor se encontraban inconclusos.
Entre las obras no visualizadas se pueden mencionar algunas como el puente grúa, obras civiles en general de la mesa alimentadora y preparación de caña, obras civiles para la torre de enfriamiento, provisión de turbogenerador, y varios ítems más.
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Asimismo, Petropar realizó pagos de anticipos por total G. 39.059 millones, sin embargo, los fondos fueron redirigidos “en algunos puntos por la firma Estructura Ingeniería S.A, para cubrir gastos de provisión de equipos”, resaltó.
Según la Contraloría, el anticipo pagado debía destinarse a “costos de inversión, calculado con base a la programación y el plazo de ejecución de la obra”; sin embargo el monto señalado “fue redirigido en algunos puntos, por la firma para cubrir gastos de provisión de equipos”, lo que violó el pliego de la licitación.