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El Gobierno del presiente Mario Abdo Benítez lleva adelante un plan de implementación del tren de cercanías que uniría la ciudades Asunción e Ypacaraí (43 km), a través de un acuerdo con el gobierno de Corea. Mañana, jueves 17 de noviembre, en sesión ordinaria del Senado se prevé tratar el proyecto de ley de ese acuerdo, que incluso ya establece un fideicomiso para cubrir los US$ 2.000 millones, además de las bases para su implementación, sin prever ningún tipo de licitación o sistema de competencia.
El proyecto generó numerosos cuestionamientos de juristas, frentistas de la vía férrea y hasta dudas del Ministerio de Hacienda e interrogantes dentro del propio Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). El presidente de la empresa estatal Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), Lauro Ramírez, fue abordado al respecto y sus respuestas fueron llamativas.
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Adjudicación sin licitación: “Es imposible, no tenemos capacidad”
La implementación del tren de cercanías implica una subconcesión a la estatal Korea Overseas Infrastructure & Urban Development Corporation (KIND), mediante la firma de un acuerdo entre Fepasa y MOPC. Sin embargo, la licitación para la construcción no hará el Estado, sino que el consorcio integrado por el privado extranjero, aunque después las obras las harán empresas locales.
Al respecto, llamativamente Ramírez se declaró incompetente para organizar una puja entre oferentes. Indicó que para Fepasa “es imposible (hacer la licitación), no tenemos capacidad ni experiencia, sólo sabemos del tren a vapor”.
Añadió que el gobierno de Corea hace diez años que recaba a cabalidad la información, el estudio de factibilidad fue elaborado por los dos países y el gobierno coreano pone a disposición el proyecto y un préstamo con tasa de interés de 1%, que si se compara con tasas de la colocación de bonos, el porcentaje de endeudamiento sería el triple, según alega Fepasa.
Falta de transparencia: “Garantía de un gobierno serio”
En este segundo cuestionamiento, la respuesta de Fepasa fue aún más extraña. El inicio de las obras de la instalación del tren de cercanía implica la aprobación de un préstamo de casi US$ 600 millones que otorgará el país asiático a Paraguay, a través de una firma estatal y sus socias privadas, pero que luego la inversión se traducirá en un pago de más de US$ 2.000 millones, pues el contrato es a 30 años.
Teniendo en cuenta que el plan es que Kind contrate a las empresas locales y no haya concurso de ofertas aplicando la Ley N° 2051 de Contrataciones Públicas - con mecanismos que garantizan la competencia y transparencia-, se le requirió a Ramírez por la falta de transparencia, a lo que respondió que “la garantía de un gobierno serio (por Corea) y los ojos de los ministerios de Hacienda y Obras Públicas”. Tampoco se recurre a la ley de APP o la ley de concesiones, que son también otras herramientas disponibles.
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Sin embargo, sigue sin un mecanismo abierto disponible para la ciudadanía que pueda seguir el proceso de contratación, libre participación y competencia, tal y como garantiza la Constitución Nacional, así como de control de los pagos y cómo van las obras. Cabe resaltar que tratándose de un préstamo, los recursos serán provenientes de todos contribuyentes del país.
Diseño del tren sin socializar: “no tiene mucho sentido”
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Referente a la falta de disponibilidad del diseño del proyecto del tren, para conocer si efectivamente se dispone de la franja de dominio liberada, Ramírez indicó: “Cómo vamos a compartir los detalles preliminares, no tiene mucho sentido porque a lo mejor lo que se haga en definitiva sea diferente. Más adelante vamos a hacer la ingeniería especifica, vamos a saber los detalles”.
Sin embargo, seguidamente aseguró que Fepasa dispone de toda la franja necesaria para la implementación, desde Asunción hasta Ypacaraí.
Además, ABC requirió en reiteradas ocasiones una copia del diseño y del estudio de factibilidad, incluso se le entregó un pendrive como soporte para los documentos, hace dos meses y hasta el momento no hubo retorno.
Discusión diseño a puertas cerradas: “¿Quién dijo eso?”
Pese a que minutos antes, el titular de Fepasa indicó que no tiene mucho sentido socializar un borrador del proyecto del tren de cercanías, al ser insistido acerca de que un proyecto de gran envergadura como este, de impacto social y económico que afecta a 8.000 familias o más, comercios e incluso industrias, Ramírez negó que el plan se este negociando “entre cuatro paredes”.
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“¿Quién dijo eso? Claro que está todo en el portal de la Secretaría Técnica de Planificación (STP)”, manifestó. Sin embargo, al momento de la redacción de este material no se encontró ese documento en la web de la STP. Al ser insistido, Ramírez alegó que se encontraba de reuniones con senadores.
Muy parecido al caso metrobús: “Comparar es tirar mala onda”
La implementación del tren de cercanías implica disponer de la franja liberada entre las ciudades de Asunción e Ypacarai. Esa franja del tren que se usaron en el país décadas atrás tenían 20 metros de cada lado de la vía, lo que fue modificado por Ley N° 6084/2018 a 7 metros. Para ejecutar el tren, ahora se plantea 14 metros.
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Sin embargo, existen zonas en Asunción donde existen residencias, algunas precarias y otras no, incluso el predio del Club Libertad está afectado además de empresas y negocios, conforme se pudo apreciar en un recorrido. Los vecinos hablan de 8.000 familias afectadas.
Esta historia es muy parecida al caso metrobús, en el que se inició la obra sin que haya franja liberada. Eso fue uno de los factores principales del fracaso del plan.