En esta etapa aparece la sensación de que, con el fin e inicio de otro año, todo será distinto, mejor y renovado. Pero esto puede ser efímero y frustrante cuando se planean propósitos en función del calendario, que corresponde al registro de lo simbólico y cultural.
Cuando una mujer atraviesa por una enfermedad como el cáncer de mama, a quienes esta parte del cuerpo no solo nos conecta con un aspecto importante de nuestra identidad femenina, sino con todo un rol trascendental como la maternidad y la sexualidad, no podemos decir que cuando sana el cuerpo, también ya sanan las emociones negativas que afloraron y se instalaron en el proceso. Miedos, ira, frustración y desolación, que también arrasaron con los sentimientos benignos que tenía la persona, y que en el caso de la recuperación, subestimar las emociones después del alta es una ilusión y hasta una negación.