El verano en Sevilla no tiene ninguna duda estival. Los termómetros de las calles marcan 45 sin sonrojo. Bajo el sol el calor es casi insoportable, sin embargo a la primera sombra la sensación cambia y la capital andaluza se abre a prometedoras experiencias.
La comida japonesa cada vez tiene más adeptos en Paraguay. A los restaurantes especializados se sumaron varios que más allá del boom del sushi, experimentan con versiones locales de platos asiáticos. Y está buena la fusión.
Cuenta Robert Graves que para los antiguos griegos, la ambrosía y el néctar divino no eran otra cosa que hongos alucinógenos. En otra época y otro mundo, investigaciones realizadas en Norteamérica revelan que los mayas conocían los encantos alucinógenos que ciertos batracios guardan en sus venenos. A lo largo de su existencia en la tierra, los hombres han buscado por placer, religiosidad, diversión, substancias que le ayudasen a soportar el peso de la existencia.
Hay cosas que no van a cambiar nunca, entre ellas los informes anuales de los presidentes de la República. Largos, aburridos, lisonjeros y fantasiosos, cada año son no más que una autopista a la crítica periodística y ciudadana. En ese sentido, Mario Abdo no se ha apartado de la tradición democrática de estos discursos que aparecen cada 1 de julio en boca de los distintos mandatarios que frente al Congreso se paran a autoalabarse como dice el refrán que hace esa parte del cuerpo a la que nadie alaba.
“Eran las cuatro de la tarde. La ciudad se asaba lentamente bajo un cielo pesado. Todos los comercios tenían las cortinas echadas. Las calles estaban desiertas… No se sabía si el aire estaba preñado de amenazas o de polvo y ardor”. Lindas y terribles las palabras con las que Camus describe en La Peste un momento de una ciudad que podría ser Orán o Asunción en estos pesados días. Asunción no es la misma que fue hace un mes, la mayor parte de la gente está encerrada y pese a que sigue habiendo irresponsables que miopes a lo que ocurre en otros lares, insisten en sus costumbres de hedonismo y sociabilización, esta ciudad perdió el brillo y el caos.
Los indígenas no tienen derecho a cerrar un puente, menos el puente que comunica de manera principal a las dos regiones del Paraguay, de acuerdo. Los indígenas tienen otros derechos que están expresados líricamente en nuestro orden jurídico pero que son de poco cumplimiento. Eso debería interesarnos.
En la esquina de ABC hay un pequeño supermercado, el dueño es un hombre que no debe tener más de 50 años. Siendo muy niño llegó de Corea del Sur con su familia, su país de origen hace medio siglo era directamente otro, un país castigado en todos los sentidos. Charlando con él, en medio de una compra ocasional, me contó con orgullo que apenas podía reconocer Corea en las fotos tomadas por sus hijas, ya paraguayas, que han visitado Asia para ver a sus familiares y para conocer aquel lugar del que llegaron sus padres.
En su lucha por mantener el poder los presidentes pueden perder varias cosas, incluso la simpatía que alguna vez generaron en sus votantes. Pierden aliados y suman derrotas legislativas, es parte del equilibrio republicano. Hay batallas que al ser perdidas pueden terminar con un mandato y no son siempre las alianzas rotas las que llevan al fracaso. Silenciosa opera la “opinión pública”, se nutre de los medios, de campañas orquestadas desde la enemistad política como la frase “desastre ko marito” y de la acción de miles de ciudadanos desde las redes sociales. Una vez que la opinión pública deja de creer en su presidente, sobre todo una vez que deja de respetarlo, su continuidad en el ejercicio del gobierno entra, salvo cambios radicales en la gestión, en la inestabilidad.
Incomodó, perturbó, molestó y como esas lombrices que se cierran sobre sí mismas ante una agresión externa, los senadores no tardaron ni dos minutos en reaccionar para adentro y con curiosa unidad ante la “loca” propuesta presentada por el senador Paraguayo Cubas. Payo se animó a tocar la gran causa motivadora de la mayoría de los legisladores que hoy tenemos en el Poder Legislativo: el dinero.
El metrobús quedó congelado y con la paralización del proyecto la evidencia de muchos aspectos muy dolorosos de la realidad nacional. Se piensa poco en la gente, cuando todas las acciones de Gobierno deberían tener ese enfoque, en el caso mencionado se obvió el reclamo de los frentistas que no solo vieron venir el problema sino que además tuvieron que soportar las burlas de quienes pensábamos que la postura de los vecinos no era otra cosa que un apego al pasado y una negación al progreso. Desde la comodidad de la lejanía, poca gente valoró aquellos vaticinios que hoy son realidad. Creo que esta obra en particular hay que hacerla y concluirla ya como un desafío del que deberían ser parte varios sectores, entre ellos: la empresa privada y el mundo académico.