Ras al Jaima apuesta por el turismo activo

El futuro de Ras al Jaima depende de una tirolina. Y como el pequeño emirato del golfo Pérsico se encuentra a la sombra de Dubái, y por ello debe ser la tirolina más larga del mundo, intentando mejorar su imagen un poco aburrida como mero destino playero.

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La nueva tirolina tiene una extensión de tres kilómetros. Está compuesta por dos cables paralelos, que permiten a los usuarios hacer competencias. El viaje desde la cima del Jebel Jais, la montaña más alta de los emiratos, de 1.934 metros, dura poco más de tres minutos. Una descarga de adrenalina que hasta ahora era difícil de conseguir durante una visita a Ras al Jaima.

Actualmente, quienes viajan al pequeño emirato son casi exclusivamente turistas que buscan unas vacaciones en la playa. A orillas del golfo Pérsico hace calor durante todo el año y en Ras al Jaima los hoteles ofrecen un servicio de cinco estrellas por el precio de cuatro.

En un hotel como el "DoubleTree by Hilton Resort & Spa", en la isla artificial de Marjan, el público en el comedor durante el desayuno no se diferencia del que se ve en Gran Canaria o Creta.

Actualmente, el emirato cuenta con 22 hoteles y albergues con un total de más de 5.000 habitaciones, y los objetivos son ambiciosos: para los próximos tres años está previsto que se sumen otras 4.445 habitaciones nuevas en el sector hotelero de tres a cinco estrellas, sobre todo en la isla de Marjan.

Sin embargo, Ras al Jaima también quiere ofrecer en el futuro algo fuera de los hoteles y complejos turísticos. Actualmente, no hay mucho. El Museo Nacional y la fortaleza Dhayah son dos testigos de la historia cultural del emirato que pretenden ser atracciones turísticas. Sin embargo, muchos turistas opinan que son dos lugares que no hay que visitar necesariamente. Y otros sitios arqueológicos aún no están acondicionados para convertirse en una atracción turística.

Más prometedoras son las montañas, porque, a diferencia del desierto, estas no existen en Dubái ni en Abu Dabi. Los turistas pueden practicar senderismo y hacer tours en bicicleta en las montañas Al Hayar y dormir una noche bajo las estrellas. El paisaje es la baza de la que puede sacar partido Ras al Jaima para promover el turismo.

De todas formas, el pequeño emirato no puede competir con el gigantismo en Dubái y con el nuevo Louvre en Abu Dhabi. "No tenemos prisa para construir aquí el rascacielos más alto y el centro comercial más grande", dice el director de turismo, Haitham Mattar. "Eso lo tenemos a una hora de distancia".

Ras al Jaima recibió el año pasado a unos 820.000 visitantes. El Gobierno quiere elevar este número a un millón en 2019 y a tres millones en 2025. Las ambiciones tan grandes y la tirolina podría aportar su parte para alcanzar estas metas, porque las autoridades en los emiratos saben exactamente cómo atraer la atención internacional.

Información básica: Ras al Jaima

Cómo llegar: En avión de la compañía Emirates al aeropuerto internacional de Dubái y desde allí en autobús a Ras al Jaima. El viaje dura aproximadamente una hora.

Documentos: Para entrar en los Emiratos Árabes Unidos se necesita un pasaporte que tenga una validez mínima de seis meses a partir de la salida.

Alojamiento: Ras al Jaima tiene hoteles de playa clásicos donde se hospeda la mayoría de los turistas. En la mayoría de los casos, los visitantes compran paquetes turísticos. En invierno, una estancia de una semana en un hotel de cinco estrellas, inclusive el vuelo, se puede conseguir a partir de unos 450 euros (560 dólares).

Moneda: un euro equivale a unos 4,50 dirham, un dólar a unos 3,70 dirham. Informaciones: https://de.rasalkhaimah.ae

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