El PNG destacó en un comunicado que este es el primer censo integral de población de este tipo de quelonios que se hace tras su definición como nueva especie en 2015, con el objetivo de “determinar su estado poblacional, su área de vida, las amenazas que enfrenta” , entre otros aspectos de relevancia para su conservación.
Un total de 40 científicos del Parque y de la ONG Galapagos Conservancy peinaron una superficie de 80 kilómetros cuadrados durante 18 días de trabajo, tanto dentro del recinto protegido como en fincas privadas para “identificar el rango de distribución de la especie”.
El científico responsable del proyecto, Washington Tapia, explicó que dentro del área de vida de esta especie existen dos zonas de anidación y que los datos preliminares permiten establecer una población de, aproximadamente, 500 tortugas.
“Este censo incluyó la localización y marcación con un microchip de todos los individuos, el análisis de su estructura poblacional (juveniles, machos y hembras), el área geográfica en la que habitan, las amenazas que enfrenta la población o el éxito reproductivo”, especificó Tapia.
Con el fin de estudiar su dieta y su rol en la dispersión de semillas, el equipo experto también recogió “numerosas muestras” de heces. El director del Parque Nacional de Galápagos, Jorge Carrión, aseguró que su institución recolecta e incuba huevos de tortugas gigantes del este de Santa Cruz en el centro de crianza “Fausto Llerena”.
Los guardaparques y científicos que participaron en el censo también realizaron un control de la hormiga de fuego (Solenopsis geminata), especie invasora que es un voraz depredador de huevos y neonatos de tortugas, reza el comunicado.
Los datos recabados, se espera, que puedan dar información que permita proteger la especie, ya que “las tortugas representan un recurso muy importante para las actividades de turismo de naturaleza que se desarrollan actualmente en la zona” , haciendo necesario que mantengan un comportamiento lo más natural posible, agregó el PNG.