El diseño final ha estado a cargo de la Cooperación Belga, que desde 2012 participa en el “Proyecto del Lago” con investigadores de la Universidad Libre de Bruselas (ULB) .
“El lado subacuático se dedicará a la museografía y será el acceso al patrimonio subacuático. Se trata de una plataforma flotante que respeta la integridad física del yacimiento arqueológico”, explicó en una rueda de prensa el investigador Christophe Delaere, de la ULB.
La parte costera acogerá también el sector museográfico, así como los centros de gestión e investigación, informó Delaere. El investigador además expuso una visita virtual al museo en la que se observó un diseño moderno, con espacios amplios y una gran pasarela de vidrio a través de la que se verá el fondo acuático. Delaere apuntó que este diseño se trata de una propuesta, aunque el Ministerio de Culturas lo ha confirmado en un comunicado institucional como la versión definitiva.
El museo se construirá en la comunidad costera de Ojjelava, a más de cien kilómetros de La Paz, debido a los grandes hallazgos logrados en la zona por el equipo belga de investigación. El año pasado se encontraron cerca de 10.000 piezas arqueológicas, entre ellas artefactos de hueso y utensilios de cocina, lo que supone el mayor descubrimiento de esa naturaleza hasta la fecha.
Delaere puntualizó que esto se corresponde con una “ciudad sumergida”, lo que ratifica la versión acerca de un desplazamiento humano por la subida del nivel de agua. El proyecto se prevé que impacte positivamente en trece municipios a orillas del lago Titicaca gracias al “crecimiento del turismo comunitario”, según destacó Cécil Roux, de la Misión Técnica Belga.
Roux destacó entre las ventajas del plan la capacitación de profesionales especializados en arqueología subacuática, el fortalecimiento tecnológico, el museo del Ministerio de Culturas y el desarrollo de normativas de protección al patrimonio arqueológico. El lago Titicaca es el lago navegable más alto del mundo, a unos 3.800 metros de altitud en un total de más de 8.500 kilómetros cuadrados, y sirve de frontera natural entre Bolivia y Perú.
El proyecto del museo sumergido en este lago compartido con Perú cuenta con una previsión de 2,4 millones de dólares por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) .