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Pero la temporada ya casi ha terminado. Ahora que los turistas pasean en un número agradablemente dosificado entre las casas blancas de esta conocida isla del archipiélago de las Cícladas es cuando quizá resulta más bonita.
Santorini es un símbolo de la ligereza mediterránea, que aquí, en vista de los precios, a menudo solo se pueden obtener de forma relativamente exclusiva. Pero también de romanticismo. De hecho, el decorado de la isla es tan pintoresco que parece que se hubiera diseñado para una pintura cursi. Una promesa para todos aquellos que se aman y además necesitan las fotografías adecuadas que Santorini proporciona.
La localidad principal, Thira, se encuentra situada al borde de un acantilado de 300 metros de altura. Las casas se colocaron directamente sobre las rocas como joyas en una corona. A la luz del mediodía resplandecen tanto que los ojos duelen. Pero la famosa puesta de sol las sumerge en una suave luz.
Oia, en el norte, resulta más encantadora que Thira, también conocida como Fira. Aquí se encuentra el mejor mirador: las ruinas del castillo veneciano de Argyri. Al anochecer cientos de personas aguardan en este punto la hora dorada, y todo ello no es gratis.
Quien quiera disfrutar de la gran puesta en escena de la naturaleza de manera privada debe rascarse un poco más el bolsillo. Una habitación en un hotel boutique o un apartamento con vistas a la caldera fácilmente supera los 300 euros por noche. En realidad, Santorini es un destino para gente con dinero, con mucho dinero.
A la clase alta de Japón, China y Corea le encanta visitar la isla griega durante un viaje por Europa. En las callejuelas de Thira y Oia hay sobre todo restaurantes con cartas en seis idiomas, tiendas y joyerías. ¿Una sencilla chaqueta negra de cuero por 1.200 euros? Para muchos turistas es un souvenir normal.
Tranquiliza saber que también se puede disfrutar de Santorini con un sueldo estándar. Para ello lo mejor es elegir una vienda vacacional apartada de los lugares principales. De todos modos, las cosas más bonitas de la isla son gratuitas. Por ejemplo, hacer una excursión al atardecer a lo largo del cráter de Oia hasta Thira o bañarse en la playa negra de Perissa, en la que la temperatura del agua en octubre todavía es de 22 grados.
Sobre los relucientes caminos y frente a pequeñas balaustradas los turistas, casi eufóricos, intentan colocarse unos a otros en la luz adecuada, como si no pudieran creer que forman parte de este decorado. La puesta en escena es un trabajo duro.
En los locales el café se queda tibio mientras se pone bien la taza para poder realizar la foto perfecta que subir a Instragram. Facilitaría mucho las cosas si los puntos para hacerse los mejores selfies estuvieran señalizados en el suelo, junto con algunos consejos fotográficos.
Muchos veraneantes solo se acercan brevemente a la isla para tomar un refresco y la foto perfecta. Algunos días de verano unos 70.000 turistas abarrotan las callejuelas. Pero en octubre la gran afluencia de visitantes ha pasado. Las aerolíneas suspenden sus vuelos chárter hasta la próxima primavera y tiendas y restaurantes echan el cierre.
¿Entonces viene alguien realmente? La dueña de una tienda en Oia responde de manera políticamente incorrecta levantando sus gafas de sol y estirando sus ojos con los dedos: asiáticos.
No les gusta el sol y tampoco se bañan en el mar. Es obvio que, realmente, en invierno hay mejores destinos de viaje. Al fin y al cabo, el verano en Santorini es lo suficientemente largo.
Información básica: Santorini
Destino: El archipiélago de Santorini se encuentra en el sur del mar Egeo y pertenece a las Cícladas. La caldera abarca, además de la isla principal Thira, las islas Thirasia y Aspronisi.
Clima y época para viajar: A comienzos de octubre las temperaturas todavía son veraniegas, al anochecer bajan de 20 grados. El mar se encuentra entre 21 y 22 grados.
Cómo llegar: En octubre ya no hay vuelos chárter, pero existen numerosos vuelos con conexión.
Alojamiento: Santorini ofrece hoteles resort, pequeñas villas-boutique, viviendas de vacaciones y apartamentos a través de Airbnb. Alojarse con vistas a la caldera cuesta entre 300 y 500 euros por noche. En el interior se encuentran opciones por 100 a 150 euros cada noche.
Informaciones: Marketing Greece, Voukourestiou 20, 10671 Atenas (Tel.: 0030/210/364 90 84, E-Mail: contact@discovergreece.com, www.discovergreece.com).