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“Van a encontrar lugares increíbles, precios muy accesibles, una cultura muy rica y gente muy amable”, dijo el embajador de Nicaragua en Argentina, José Luis Villavicencio Ordóñez.
Los viajeros amantes de las playas agrestes y las actividades de aventura representan un gran potencial para Nicaragua, cuyos atractivos son incontables aunque hasta el momento poco difundidos. Las playas, encabezadas por San Juan del Sur, situada en la costa del Pacífico, en el departamento de Rivas, es uno de los destinos turísticos más importantes del país.
“Allí llegan los cruceros canadienses y estadounidenses ya que se trata de una bahía muy amplia. En 2016, arribaron 54 cruceros y en lo que va de este año, 72”, señaló Villavicencio Ordóñez.
Pero hay más. Debe tenerse en cuenta que el país tiene dos costas privilegiadas: una hacia el Pacífico, con una franja de bahías rodeadas de manglares, y otra hacia el Atlántico, donde se encuentran islas de ensueño bañadas por el Mar Caribe.
La Ruta del Café, que cubre el norte del país, está repleta de haciendas de cultivo, muchas de ellas convertidas en hoteles, que permiten a los turistas conocer los procesos de producción.
“Es lo que llamamos ’turismo vivencial’ -explicó el embajador-, algo que también se aplica en los circuitos gastronómicos para que los viajeros puedan apreciar cómo serealizan las cosechas o se elaboran nuestros platos típicos ” .
La gastronomía, con los sabores del maíz, el plátano, la yuca y la naranja ácida, entre muchos otros, traza varias recorridos posibles en Nicaragua.
La Ruta Colonial y de los Volcanes, que se extiende por la región del Pacífico, desde el Golfo de Fonseca, en Chinandega hasta la reserva de Chacocente, en Rivas, lleva por un recorrido que incluye antiquísimas iglesias, las coloridas artesanías dela ciudad de Masaya, además de la visita al cráter del volcán Cosigina, inactivo desde 1859 y apreciar el “baile del Toro Guaco” y “El Güegüense, danzas que se interpretan durante las fiestas de Santiago Apóstol.
En la Ruta de las Haciendas, que se extiende por los departamentos de Boaco y Chontales, centro del país, incorporó la producción ganadera al desarrollo turístico para que los visitantes puedan apreciar los métodos de cría y la producción de quesos.
El embajador nicaragüense sostuvo que “el más típico es el queso asado que no necesita refrigeración”.
Otro recorrido interesante es la Ruta del Agua, que se extiende desde el Archipiélago de Solentiname hasta la desembocadura de Río San Juan, pasando por los municipios de San Carlos, El Castillo y San Juan de Nicaragua: allí se concentran varios humedales reconocidos en todo el mundo.
Por último, la Ruta del Pacífico Sur, además de las mejores playas del litoral occidental -en algunas de ellas se practica surf- tiene zonas exclusivas de avistaje de ballenas y delfines.
Cabe destacar que en 2016, Nicaragua recibió 1.504.414 turistas, de los cuales 4.908 procedías de Argentina. La cantidad se incrementó en un 14,6% entre enero y mayo de este año, lo que refleja un aumento del interés en el país centroamericano. Sin duda influyó la notable mejora de las carreteras internas a partir de obras realizadas en los últimos años y otras que están en curso. “Desarrollamos carreteras para unir las costas del Pacífico y del Atlántico”, señaló Villavicencio Ordóñez.
Aún está pendiente la implementación de un vuelo directo que una Buenos Aires y Managua, ya que la mayoría de las aerolíneas incluyen escalas intermedias que encarecen los costos. “Parece mentira, pero un vuelo Buenos Aires-Madrid es más barato que viajar desde la capital argentina a un país de Centroamérica; por eso estamos realizando gestiones para que exista un vuelo directo que una ambos países”, concluyó el embajador.