El Vinicunca, una montaña con aspecto de arcoíris

CUSCO. Guillermo acelera el paso. Este guía del imán turístico peruano que es Cusco maneja un cronograma estricto para la excursión de hoy. Durante las primeras salidas que ofrecía para subir al Vinicunca sufrió un retraso tras otro.

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Algunos logran escalar la montaña en tres horas, otros necesitan más tiempo y ni siquiera quieren descender después de haber disfrutado de la vista surrealista de la montaña.

El turismo en Vinicunca aún no está bien desarrollado. Hace poco más de dos años que las agencias de viajes descubrieron la montaña para su negocio. De hecho, la montaña ni siquiera aparece en la guía "Lonely Planet", pero probablemente esto vaya a cambiar pronto.

El Vinicunca, situado cerca del imponente Ausangate, se está convirtiendo en una auténtica atracción turística, capaz de competir con Machu Picchu y otros imanes del país suramericano. Los peruanos dieron al Vinicunca el bonito nombre de Montaña de Colores. De forma parecida, los turistas lo llaman Rainbow Mountain, la Montaña Arcoíris.

No es una exageración. Hace millones de años, la tectónica de placas empujó hacia la superficie varios sedimentos de diferentes minerales. Por esta razón, la montaña resplandece en hasta siete colores diferentes, desde rojo oxidado hasta el verde cobre pasando por el amarillo azufre.

Alpacas en los alrededores de la Montaña Arcoíris.
Alpacas en los alrededores de la Montaña Arcoíris.

 

El viaje al Vinicunca es agotador. Quien quiera ser uno de los primeros en llegar a la montaña ya tiene que salir de Cusco a las tres de la madrugada. Un camino adoquinado sale de la antigua capital inca hacia el sureste. Después, una carretera sin asfaltar sube hasta una altura de casi 4.500 metros sobre el nivel del mar.

El viaje incómodo es compensado por vistas panorámicas del espectacular paisaje montañoso, manadas de alpacas y la perspectiva de un desayuno y un camino de seis kilómetros por un valle impresionante. La caminata no es un paseo: el primer paso después de bajar del autobús hay que darlo a una altura de 4.480 metros. El mirador situado junto a la Montaña Arcoíris incluso está a una altura de 5.150 metros.

La caminata también es exigente para personas entrenadas. Algunos se permiten el lujo de dejarse llevar a lomo de caballo hacia la cima. Cuesta poco más de 30 dólares. Cuanto más alto, más económicas son las ofertas para subir el último tramo a caballo.

Esta cabaña pertenece a una familia que vive en el valle de camino a la Montaña Arcoíris y que vende bebidas, snacks y recuerdos a los turistas.
Esta cabaña pertenece a una familia que vive en el valle de camino a la Montaña Arcoíris y que vende bebidas, snacks y recuerdos a los turistas.

La vista desde la cima de la Montaña Arcoíris hace olvidar el dolor que el ascenso ha causado en las piernas y los pulmones. Efectivamente, debido a su patrón de rayas de color, el Vinicunca se parece de cerca un poco a un arcoíris. Una cima situada junto al Vinicunca ofrece la mejor vista de la montaña mágica.

Cómo llegar: en avión a Lima y allí tomar un vuelo doméstico a Cusco. Los vuelos ida y vuelta entre Lima y Cusco cuestan entre 100 y 150 euros (entre 115 y 175 dólares). Unas 25 agencias ofrecen desde Cusco excursiones de un día al Vinicunca. Los precios arrancan desde unos 35 dólares (30 euros).

Informaciones: iPerú Cusco, Aeropuerto Velasco Astete, Cusco (Tel. 0051/511/5748000, email: iperu@promperu.gob.pe, www.peru.travel).

Hace millones de años, la tectónica de placas empujó hacia la superficie varios sedimentos de diferentes minerales, por ello la montaña resplandece en hasta siete colores diferentes.
Hace millones de años, la tectónica de placas empujó hacia la superficie varios sedimentos de diferentes minerales, por ello la montaña resplandece en hasta siete colores diferentes.
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