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Marlene, de tres años, chilla como una adolescente cuando ve a Justin Bieber. Por el vestíbulo acaba de pasar un señor de 88 años de edad. En realidad, no es un señor sino un ratón: Mickey Mouse. Le ha saludado a Marlene y la niña está encantada.
Sin embargo, el ratón tiene que seguir su camino. Va a saludar a los invitados a la gran fiesta de cumpleaños del primer y todavía único Disneyland en Europa. Hace 25 años, el 12 de abril de 1992, se inauguró el parque de atracciones en las cercanías de París.
En aquel entonces, Mickey y sus amigos no fueron saludados con mucha euforia. Para muchos franceses, la instalación de un parque de atracciones estadounidense junto a la capital con su gran historia era una afrenta. Hoy, sin embargo, un sinnúmero de europeos, entre ellos también muchos franceses, se colocan cada mañana pacientemente en las colas.
"Disneyland París recibe todos los días como promedio más visitantes que la Torre Eiffel y el Louvre juntos", asegura Catherine Frangeul, una de las responsables del parque recreacional. Al parecer, Disney no ha perdido nada de su atractivo. Está claro que 88 años después de su creación, Mickey Mouse hace latir no solo el corazón de Marlene con más fuerza.
Sin embargo, las niñas pequeñas entre los visitantes también están locas por otra figura bien diferente. Marlene apenas ha salido del edificio de entrada cuando dobla la esquina Elsa en un carruaje, la protagonista de la película "Frozen: el reino del hielo". Ella y su hermana Anna recuerdan un poco a la reina de Inglaterra saludando efusivamente desde la altura a sus pequeños fans.
Las princesas en Disneyland siguen siendo muy populares. Con ocasión del 25 aniversario del parque, la directora de espectáculos, Amanda Cahen Cinderella, ha organizado una actuación conjunta de Bella y otras seis hijas del rey gracias al espectacular remake de "La Bella y la Bestia". Durante 20 minutos planean sobre el escenario frente al castillo de la Bella Durmiente, inspirado en el castillo Neuschwanstein del rey Luis de Baviera.
Realmente, ¿este cuento de hadas aún es acorde con los tiempos que corren? "¿Por qué no?", dice Cahen con una sonrisa. Siguen siendo las mismas historias las que conmueven a la gente: cómo uno logra superar sus limitaciones, busca el gran amor y, no en último lugar, encuentra la auténtica belleza.
"Cada niña puede ser una princesa" es el título de una de las canciones apropiadas del espectáculo. Por supuesto que esto es tremendamente cursi. Sin embargo, esta es exactamente la magia que la gente busca aquí, dice Cahen.
Entre las atracciones para niños la favorita es "It's a small world". En barquitos multicolores, los visitantes atraviesan un túnel oscuro balanceándose en una vía acuática. A la izquierda y a la derecha aparecen instalaciones de muñecos iluminadas. Lo único que decepciona es que, después de hacer cola durante media hora, uno tenga que bajarse después de haber pasado solo pocos minutos en el barquito.
Sin embargo, en algunas atracciones los visitantes pueden sacar un Fastpass que les permite volver a una hora predeterminada. Desgraciadamente, en Fantasyland solo hay estos pases para Peter Pan's Flight. Con el Fastpass premium uno puede visitar la atracción sin hora predeterminada. Sin embargo, este pase solo puede conseguirlo quien haya reservado determinadas habitaciones en uno de los seis hoteles Disney.
El parque de atracciones está dividido en dos secciones: el Parque Disneyland y el Parque Walt Disney Studios. Entre ellas hay una pequeña zona comercial con acceso libre. Hay entradas sencillas y también entradas combinadas que permiten acceder a las dos secciones. A quien quiera hacer una visita con niños durante solo un día se le recomienda visitar solo el Parque Disneyland, que es tan grande que apenas es posible ver todo.
Por la tarde, cuando oscurece, el castillo de la Bella Durmiente fuertemente iluminado se alza ante un cielo negro. En los próximos minutos, el castillo sirve como pantalla para la proyección de fragmentos de películas de los últimos 25 años de Disneyland París.
Y mientras que niñas pequeñas como Marlene esperan ansiosamente la aparición de Elsa, los padres y los que que no son padres se deleitan con los recuerdos de su propia infancia. Y es que no es tan fácil sustraerse a la magia. ¿Pero qué tiene de malo dejarse llevar por la fantasía?
Cómo llegar: El Parque Disneyland se encuentra a 32 kilómetros de París, aproximadamente a una hora desde los aeropuertos de la capital francesa con los servicios de traslado en autobús y a dos minutos a pie de la estación de tren Marne-la-Vallée/Chessy.
Horario de apertura: El Parque Disneyland está abierto todos los días del año, desde las 10:00 hasta las 22:00 horas. El Parque Walt Disney Studios abre a la misma hora pero cierra a las 19:00.
Entradas: La entrada de un día para uno de los dos parques cuesta 75 euros (80 dólares) para adultos y 67 euros (71 dólares) para niños. La entrada de un día para los dos parques cuesta 90 euros (96 dólares) para adultos y 80 euros (85 dólares) para niños.