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La revista "Outdoor" (edición junio de 2019) recomienda por ello colocar las cosas más pesadas, como los parantes de la tienda, el combustible, el agua potable para beber y los alimentos cerca de la espalda. Idealmente, todo esto debería llegar apilado desde la zona lumbar hasta los hombros.
Si se tienen muchos víveres pesados, se puede usar el compartimento de la base de la mochila. De hecho, si se llena a tope, esto ayuda a repartir la carga.
Las cosas más ligeras como el abrigo de plumas, el forro polar, el papel higiénico o las galletas deben colocarse en el compartimento principal hacia adelante. De esta forma, estabilizan el peso de los objetos pesados colocados cerca de la espalda.
En la parte superior del compartimento principal hay que colocar aquellas cosas que de ser necesarias se encontrarán sin dificultades, para no tener que andar hurgando en la mochila hasta el fondo para encontrarlas. Este puede ser el caso de la capa para la lluvia o el botiquín de primeros auxilios. Allí también puede ir la tienda sin los parantes.
En el compartimento de la tapa superior se pueden colocar las cosas que uno suele necesitar mientras camina, como snacks, crema solar, el teléfono móvil, mapas y, si hace frío, guantes y gorro.