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También no pocos habitantes de Atenas aprecian esta situación y han empezado una nueva vida en las islas.
Concentrado, Petros Marmarinos se inclina sobre el bloque de mármol blanco. Con un martillo y un cincel comienza a esculpir una delgada línea. El bloque lo va a transformar en un velero.
El artista es uno de los muchos escultores que viven en Pyrgos, un pueblo en el norte de la isla de Tenos. No lejos del pueblo, de unos 400 habitantes, hay una cantera de donde se extrae mármol blanco y mármol gris, una actividad que desde hace muchas décadas marca la vida en la localidad. Ya en 1955 se fundó en Pyros una escuela de escultura.
Sin embargo, quien visite Tenos puede disfrutar de muchas más cosas que solo bustos de mármol y esculturas, porque, al igual que la vecina Andros, la isla cuenta con una historia movida. Durante mucho tiempo, los venecianos dominaron ambas islas. La agricultura y el cultivo de verduras tienen en ellas una larga historia. La mayoría de los pueblos en Andros y Tenos están construidos en las montañas, porque los habitantes no querían ser víctimas de los piratas en el Egeo.
En Tripotamos todavía se puede ver muy bien hoy cómo los habitantes de Tenos intentaban jugarles una mala pasada a los piratas. Además de los callejones angostos, que serpentean alrededor de las casas blancas, hay pasillos que no conducen a ninguna parte. "Los habitantes pasaban sobre los tejados de una casa a otra", dice Sofia Passa, una doctora en geología que tenía un puesto fijo en la universidad y que siguió a su madre mudándose a la isla.
"Tenos es un lugar muy especial. Aquí quiero vivir", dice Passa, lejos del estrés de la gran ciudad. Y ella no es la única: hay muchos jóvenes que regresan para comenzar una nueva vida en la isla. Algunos han abierto un restaurante y solo cocinan con lo que encuentran en la isla. Otros producen sus propios alimentos: queso, vino, aguardiente o louza, el jamón tradicional de las islas Cícladas
También en Andros, la gastronomía y los productos locales figuran en los menús de muchas tabernas. "No siempre fue así", cuenta Katerina Remoundou. "Hace algunos años, cuando llamé a la puerta de un campesino para comprar sus calabazas, me dijo: 'Y con qué voy a alimentar a los cerdos?".
Remoundou se ha dado a conocer en Atenas como crítica gastronómica. Actualmente, ella misma cocina para sus comensales. Solo usa lo que cultiva en su jardín y lo que producen los campesinos en la isla.
Otros nunca salieron de la isla y ahora se han juntado para reavivar las tradiciones de sus antepasados. Por ejemplo Yannis, quien trabaja en solitario con sus colmenas entre las numerosas terrazas en las montañas de Plaka. O la cooperativa de mujeres en Batsi, que elabora pequeños pasteles y dulces.
Otra cooperativa, en Chora, produce jabones que huelen a los aromas de la isla: limones y naranjas, rosas, lavanda y hierbas silvestres. Las mujeres llevan la voz cantante: en Andros, ellas dirigieron durante décadas los negocios porque los hombres se echaban a la mar.
En Andros también se encuentra la cueva de Foros con sus cinco galerías subterráneas, que tienen unos cinco millones de años de antigüedad. Las estalactitas, las estalagmitas, el mármol y la arenisca crean formaciones a veces extravagantes que solo existen en pocos otros lugares en el mundo. La temperatura es constante y se sitúa en 18 grados.
Más calor hace en las numerosas playas y bahías de las islas. "Algunas son hermosas pero solo se puede acceder a ellas en barco", dice Ariana Masselou. También hay playas a las que solo se puede llegar en todoterreno o caminando. En las playas adonde se puede llegar en coche se instalan en verano tumbonas y sombrillas. Y en los bares de playa hay bebidas frescas y música.
En agosto hay muchos turistas en Andros y Tenos. Es el mes de vacaciones en Atenas y muchos habitantes de la capital griega se trasladan a las islas.
Destino: Andros y Tenos son las islas Cícladas situadas más al norte. Después de Naxos, son las islas más grandes del archipiélago. Cada isla tiene poco menos de 10.000 habitantes.
Cómo llegar: En avión a Atenas y desde allí en autobús o taxi a Rafina, donde atracan varios ferris que se dirigen a Andros y Tenos. Otra posibilidad es volar a la isla vecina de Miconos, donde hay ferris que en menos de una hora llegan a Tenos.
Cuándo viajar: Entre la primavera y el otoño.
Alojamiento: No hay muchos hoteles en las islas ni grandes complejos hoteleros. Muchas familias rentan habitaciones privadas y casas de vacaciones.
Informaciones: Marketing Greece, calle Voukourestiou 20, 10671 Atenas (+30 210 364 90 84, email: contact@discovergreece.com, www.discovergreece.com).