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Gante, ciudad sita a orillas de la confluencia de los ríos Lys y Escalda, ofrece una atmósfera mágica con sus canales, arquitectura medieval impresionante y una vibrante vida cultural que la hacen un destino imperdible para los viajeros que buscan auténticos tesoros históricos.
Historia y cultura de Gante
En la Edad Media, Gante fue una de las ciudades más ricas y poderosas de Europa del Norte. Las magníficas construcciones góticas como la Catedral de San Bavón y el Castillo de los Condes de Flandes son testimonio de su gran historia.
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Además, su patrimonio arquitectónico ha sido perfectamente preservado, permitiendo a los visitantes caminar por sus calles como si retrocedieran en el tiempo.
Gante es también conocida por ser una ciudad dinámica y culturalmente rica. Aquí se celebra uno de los festivales culturales más grandes y famosos de Europa, el “Gentse Feesten”, que tiene lugar cada julio. Durante este tiempo, el corazón de la ciudad se transforma en un gigantesco escenario de conciertos, teatros, y fiestas al aire libre, atrayendo a miles de visitantes tanto locales como internacionales.
Bellezas por descubrir en Gante
Navegar por los serenos canales de Gante es una experiencia inolvidable. Las aguas tranquilas que recorren la ciudad ofrecen vistas únicas de sus fachadas medievales y puentes de piedra, creando un cuadro romántico y detallado del paisaje urbano. Un paseo en barco revela la esencia de Gante desde perspectivas privilegiadas.
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Además, no se puede hablar de Gante sin mencionar el maravilloso arte flamenco. La pieza más notable es “La Adoración del Cordero Místico”, obra de los hermanos Van Eyck, que se encuentra en la Catedral de San Bavón. Esta obra maestra del siglo XV es considerada uno de los mejores ejemplos del arte renacentista temprano, y es un imperdible para los amantes del arte.
Gante no solo destaca por su historia y cultura, sino también por su gastronomía. La ciudad es conocida por su inventiva culinaria, combinando tradición con innovación. Platos como el “Waterzooi”, una especie de estofado de pescado o pollo, y los deliciosos waffles belgas atraen a los paladares más exigentes.
Asimismo, la cerveza artesanal local es un acompañante perfecto para cualquier comida.
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Gante, con su atmósfera medieval, sus canales pintorescos y la vida cultural vibrante, es una auténtica joya belga que poco a poco gana el reconocimiento que merece.
Aunque menos conocida que Brujas, su encanto e historia la convierten en un destino esencial para los viajeros que buscan explorar más allá de las rutas turísticas comunes. Sin duda, Gante es un tesoro oculto que refleja la rica herencia de Flandes y ofrece una experiencia inolvidable a cada visitante.