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La capital de Países Bajos ha sido una ciudad multicultural desde el siglo XVI, tras haberse establecido la “VOC” (Compañía Holandesa de las Indias Orientales). Como resultado, la influencia de sus antiguas colonias holandesas, entre ellas Indonesia, Surinam y las islas Antillas ha impactado no solo su demografía, sino también su gastronomía. Trabajadores y migrantes de origen asiático, marroquí y turco han llevado consigo recetas y negocios que contribuyeron a su diversidad.
Primer día
A los pies de la estación central, Zeedijk, el barrio chino de Ámsterdam, es la cuna de la comida oriental. Las calles son únicas, ya que sus nombres están marcados en chino y en neerlandés, y su arquitectura se destaca por el contraste directo entre los edificios típicos holandeses y los ornamentos de monumentos asiáticos adyacentes, los cuales fueron importados directamente desde China durante su fundación.
Nam Kee, un restaurante cantonés abierto desde 1982, inspiró una novela, además de una película basada en el mismo libro, llamada “Las ostras de Nam Kee”, que se pueden probar por apenas siete euros. Este famoso local se encuentra frente al templo budista He Hua, abierto al público de martes a sábados. Un lugar ideal para pasar la primera tarde-noche del viernes.
Segundo día
En la mañana de un sábado, no hay nada más entretenido que pasear por un mercado tan bonito como el Albert Cuyp Markt, en el corazón de Pijp. Con más de doscientos sesenta stands, podrás desayunar los típicos manjares holandeses, “poffertjes” (panqueques miniatura), “stroopwafels” (galletas rellenas con jarabe de caramelo), “olieballen” y “bitterballen” (croquetas), y maravillarte con los olores de las especias e incienso perfumando la calle.
A pasos de esta calle, encontrarás atracciones turísticas como el tour Heineken Experience y la plaza de los museos.
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Después, en la calle Kinkerstraat, a veinte minutos en transporte público del centro, están ubicadas varias tiendas Vintage y de antigüedades, además de mercados de frutas y verduras donde podrás adquirir algún tentempié para el camino a un precio muy bajo.
A la vuelta de la esquina de la misma calle, Foodhallen tiene la más variada oferta gastronómica en un solo lugar. Es una plaza de comidas con tres sedes que incluyen cuarenta y siete puestos en total y una de ellas se encuentra en Ámsterdam. Nos ofrece diecinueve locales donde podrás encontrar desde tacos y sushi, hasta ostras y hamburguesas.
Para sellar el día, no te vayas sin antes probar Abyssinia. En un acogedor ambiente decorado con máscaras y tapicerías africanas de caña y mimbre, este restaurante etíope ofrece deliciosos platos abundantes y llenos de sabor, cuyo precio ronda los quince a veinte euros. Son perfectos para compartir y se comen típicamente con las manos, ya que la masa que cubre la bandeja en el cual es servido sirve como un pan para mojar las salsas y envolver las carnes.
Tercer día
Para el último día, probá auténtica comida turca en Nieuw West, tanto en puestos para take-away de “kapsalon” (carne fileteada sobre papas fritas y ensalada) en cualquiera de las calles, o en restaurantes como Kebapçi. En este restaurante podrás pedir desde alitas de pollo hasta döner kebab (carnes asadas en estaca) hechas en el momento, acompañadas por pan turco condimentado y una ensaladilla de cortesía. Sorprendete con los refrescos e infusiones de sabores exclusivos, como la soda de chicle tutti-frutti (uludag gazoz) y el té de menta árabe.
Disfrutá de un relajante viaje gratuito mientras te desplazás en ferry a NDSM en Amsterdam Noord, una de las zonas más urbanas y actuales. Se destaca del resto ya que se encuentra cubierta de graffiti y da lugar a eventos como IJ-Hallen, un mercado de objetos de segunda mano a muy buen precio, y de marcas populares tanto comerciales como de diseñador. Está abierto el primer fin de semana de cada mes.
También en el norte de Ámsterdam, si buscÁs algún lugar para cenar, podrás encontrar pescaderíaS-restaurantes que venden sus productos frescos al kilo y después ofrecen el servicio de cocina por un coste adicional, garantizando que tu comida esté hecha al instante.
Una vez terminado el viaje, desearás volver a probar todo lo que Ámsterdam tiene que ofrecer.