El ya famoso enclave es la acera frente a una tienda de conveniencia -o ‘konbini’- de la cadena Lawson que comparte calle con la estación de tren y autobuses Kawaguchiko, la principal de esta ciudad que atrae a miles de turistas precisamente por sus vistas del Monte Fuji, en Japón.
Lawson es una de las franquicias de ‘konbini’ -establecimiento comercial 24 horas que permite desde comprar ‘snacks’ hasta pagar facturas- más conocidas en Japón junto a 7-Eleven y Family Mart y se distingue por su rótulo, predominantemente azul y con motivos blancos, y su logo, una botella de leche.
El contraste de lo urbano con lo rural entre el letrero de la tienda y la panorámica del icónico volcán, y el hecho de que el monte parece estar colocado sobre el tejado del local según la perspectiva desde la que se mire configuran el atractivo de las instantáneas que centenares de turistas se agolpan cada día para conseguir.
Pero una tela negra de dos metros y medio de alto y veinte de largo tapará a partir de finales de este mes de mayo la vista del Monte Fuji desde la tienda Lawson. Seis barras de hierro de tres metros de ancho evitarán que las personas crucen la calle para acceder al lugar exacto que permite tomar la popular fotografía, en un punto donde no existe paso de peatones.
La decisión de la ciudad de bloquear la vista está motivada porque las aceras de la calle, bastante estrechas, no pueden asumir el volumen de visitantes y estos, al no caber en ellas, ocupan la carretera y causan problemas a los viandantes para caminar y a los vehículos para circular.
De hecho, Fujikawaguchiko dispone de funcionarios que regulan el tráfico en este enclave para velar por la seguridad de quienes a el acuden, parando el tráfico de vehículos para dejar paso a los peatones y viceversa de forma alterna.
Los aproximadamente 25.495 habitantes de la localidad saben que su ciudad vive en gran parte del turismo que atrae gracias a su cercanía al Monte Fuji, pero lamentan las formas de algunos visitantes, sobre todo de los extranjeros, que obstaculizan el mencionado punto e incontables veces cruzan la carretera por donde no deben -acto socialmente mal visto en Japón- en su intento por lograr la instantánea perfecta.
Según aportó el periódico japonés Asahi, esta vista de la montaña símbolo de Japón se volvió popular después de que un ‘influencer’ la inmortalizara en otoño del año 2022.
El bloqueo de la panorámica del Fuji en esta ciudad japonesa llega semanas después de que Japón anunciara que cobrará una tasa de 2.000 yenes (unos 12 euros) a partir de verano por escalar el volcán a través de su ruta más habitual con el fin de aliviar la congestión de la montaña.