Este anuncio tiene lugar menos de cinco años después de que el país se abriera completamente al turismo, pero en un momento en que crece el temor a que toda la región se vea afectada por la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza.
“Hemos superado los 100 millones de turistas este año, 77 millones nacionales, 27 millones extranjeros”, afirmó el ministro en referencia a las cifras de 2023.
Siguiendo esta tendencia, las autoridades sauditas esperan ahora alcanzar los 150 millones de turistas en 2030, frente al objetivo anterior de 100 millones, de los cuales 70 millones procederían del extranjero, frente al objetivo anterior de 30 millones, precisó.
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El turismo es un elemento importante del programa de reformas Visión 2030 del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, cuyo objetivo es ayudar al mayor exportador de crudo del mundo a abandonar los combustibles fósiles y prepararse para un futuro pospetróleo.
Arabia Saudita duplica su objetivo de turismo extranjero
Hogar de los lugares más sagrados del islam en La Meca y Medina, Arabia Saudita ha recibido durante mucho tiempo a peregrinos, así como a viajeros de negocios, pero no creó una visa general de turismo hasta 2019, apenas unos meses antes de que la pandemia de coronavirus diezmara la industria a nivel mundial.
Aunque en los últimos años el país ha relajado las normas que prohíben los cines, los conciertos mixtos y eventos deportivos, otras regulaciones en vigor, incluida la prohibición del alcohol, pueden disminuir su atractivo.
Además los recientes ataques a la navegación en el mar Rojo por parte de los rebeldes hutíes en el vecino Yemen han reavivado la preocupación por la seguridad en la zona.