Turismo interno: El Museo Mitológico de Capiatá abrirá al público durante este fin de semana

El Museo Mitológico de Ramón Elías, de la ciudad de Capiatá, espera a las familias y amigos para descubrir el misterio que se encuentra en cada una de las piezas que guarda la casona de la época de la Colonia. El lugar se encuentra en el Km 19 de la Ruta PY 02 Mcal. Estigarribia, a 40 minutos de Asunción.

Los siete mitos: hijos de Tau (espíritu del mal) y Kerana pueden ser apreciados en tamaños de más de un metro de alto.
Los siete mitos: hijos de Tau (espíritu del mal) y Kerana pueden ser apreciados en tamaños de más de un metro de alto.Lucia González

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El lugar se encuentra habilitado de lunes a sábado de 09:00 a 12:30 de mañana, y por las tardes de 14:00 a 17:00, en grupos de 10 personas.

El domingo se atenderá de 09:00 a 12:00, previo agendamiento hecho al 0983 152428 con Elsa Elías, dueña del museo.

El acceso tiene un costo de G. 5.000 para menores de seis años de edad, y personas adultas G. 10.000.

La casona del Museo Mitológico fue hecha en su totalidad con materiales que fueron recolectados de distintos puntos del país.
La casona del Museo Mitológico fue hecha en su totalidad con materiales que fueron recolectados de distintos puntos del país.

El museo, tiene cinco espacios. La primera sala está dedicada a la Mitología Guaraní, representada en imágenes de tamaño real, algunos con más de un metro de altura.

El Museo Mitológico de Capiatá expone los siete mitos

Allí están los siete mitos: hijos de Tau (espíritu del mal) y Kerana (una joven indígena, esposa de Tau), que nacieron en forma de criaturas extrañas a la visión de los humanos, y que son, Tejú Jagua, Mbói Tu’î, Moñái, Jasy Jateré, Kurupí, Ao Ao y, por último, Luisõ.

El Museo abrirá sus puertas al público durante la Semana Santa.
El Museo abrirá sus puertas al público durante la Semana Santa.

A este grupo de seres mitológicos lo acompañan otros como Kuarahy Ra’y, Pajé, Malavisión, Mbói Jagua, Yagua Ru y Plata Yvyguy. En total son 16 piezas.

Todos tienen la característica de ser protectores de la naturaleza, y en cada una de las piezas acompaña un cartel que describe al mito.

Elsa Elías guía el recorrido mientras relata, paso a paso, el origen de cada una de las piezas. El que quiera saber más, no debe alejarse de Elsa.

El mito de Plata Yvyguy está representado en un perro de color blanco sin cabeza, que por lo general aparece donde están los tesoros escondidos que fueron enterrados en la época de la Guerra Grande, según la creencia.
El mito de Plata Yvyguy está representado en un perro de color blanco sin cabeza, que por lo general aparece donde están los tesoros escondidos que fueron enterrados en la época de la Guerra Grande, según la creencia popular.

El Museo Mitológico de Capiatá, pura historia

En el Museo Mitológico, además hay otras piezas. En la sala 2 se encuentran la historia de la ciudad de Capiatá del siglo XVIII, y el arte sacro hispano-guaraní.

En este espacio se puede observar crucifijos, imágenes de santos tallados en maderas macizas, así como utensilios utilizados por las familias de la época de la colonia, como por ejemplo ollas y planchas de hierro, y recipientes de porcelana.

El origen de la ciudad de Itauguá es similar al de muchas ciudades paraguayas. En el Museo se puede encontrar objetos de dos siglos XVIII, y XIX.
El origen de la ciudad de Capiatá es similar al de muchas ciudades paraguayas. En el Museo se puede encontrar objetos de dos siglos.

En la sala 3 se expone la historia de la ciudad de Capiatá del siglo XIX, como objetos de la vida cotidiana de las personas de ese tiempo, además de un espacio dedicado a la Guerra de la Triple Alianza, y de la Guerra del Chaco.

Se suman cuadros, máquinas de coser, ollas de aluminio, ruedas de carretas y carros, lámparas, balanzas romanas, molinos, armas de diversos calibres, y todo lo que una vez perteneció a las dos guerras.

Además de los mitos, también se pueden ver piezas bélicas de la época de las guerras e imágenes, por ejemplo la de Francisco Solano López.
Además de los mitos, también se pueden ver piezas bélicas de la época de las guerras e imágenes, por ejemplo la de Francisco Solano López.

Ambientes de la vida de los Elías

La sala 4 está dedicada a la vida de los dueños del Museo Mitológico, el matrimonio de Ramón Elías (fundador del museo) y Elsa Céspedes, quienes tuvieron seis hijos, tres de ellos vivos.

Se accede a información acerca de la fundación del museo en el año 1979. La casa de los Elías, hoy Museo Mitológico, conecta a un amplio comedor en el que se reunía la familia, y una sala con diseños únicos.

En la segunda sala se encuentran nichos de la época, como también crucifijos, muebles de que usaban las familias.
En la segunda sala se encuentran nichos de la época, como también crucifijos, y muebles.

La última sala exhibe el escritorio de su fundador, Ramón Elías, y todos sus objetos personales. Es el punto neurálgico de todo el museo, porque es donde está plasmado en cada espacio la vida, el pensamiento, el legado, y la riqueza cultural que supo transmitir.

Quien pasa por este último sector comprende por qué Ramón Elías consagró casi 20 años de su vida al interés cultural.

Ramón Elías tenía su escritorio donde idea todo lo que hoy en día está plasmado en el Museo Mitológico que construyó.
Ramón Elías tenía su escritorio donde creó todo lo que hoy en día está plasmado en el Museo Mitológico que construyó.

El renombrado artista

El Museo, fue construido por Ramón de Elías, un renombrado artista que recorrió la zona norte del país para juntar piezas de casas e iglesias que fueron construidas en la época de la Colonia.

Una amplia sala y comedor decorados con objetos valiosos de diversos años y muebles de maderas rústicas componen el auditorio del Museo Mitológico.
Una amplia sala y comedor, decorados con objetos valiosos de diversos años, y muebles de maderas rústicas componen el auditorio del Museo Mitológico.

“A mi papá, las personas le avisaban para que fuera a buscar los ladrillos, tejas, tirantes, marcos, e incluso muebles antiguos, la mayoría rústicos. Todo lo que juntó le sirvió para construir la casona, todo fue hecho por él”, comentó Elsa.

“Hasta los pisos de esta casa fueros traídos de un lugar del país. En cuanto a las piezas, muchas fueron donadas. Cuando mi papá falleció, quedó mi mamá -Elsa Céspedes- cuidando del lugar por mucho tiempo, ahora me encargo yo”, manifestó.

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