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“Aquí no encontrará turismo de masas. Uno se siente más como un pionero”, señala Ricardo Fahrig, de la agencia de viajes albanesa Zbulo. Además, económicamente, algunos países de la región balcánica son muy accesibles.
Sin embargo, muchos siguen teniendo dudas sobre unas vacaciones en Albania, Bosnia o Montenegro. Según Fahrig, la desintegración de Yugoslavia y las guerras yugoslavas de 1991 a 2001 dieron lugar a muchos titulares negativos.
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“Pero eso fue hace más de 20 años”, dijo. Afirma que si bien los conflictos siguen en la cabeza de la gente, las huellas de los conflictos ya casi no son visibles.
Los Balcanes, destino desconocido y sexy
En los últimos diez años, la imagen de los países balcánicos empezó a cambiar lentamente.
“Ahora ya no se consideran desconocidos-peligrosos, sino desconocidos-sexy”, comenta el agente de viajes. Igualmente, insiste en que sigue habiendo una parte de aventura.
Lo encontramos, por ejemplo, en la ruta de senderismo circular “Picos de los Balcanes” (Albania, Kosovo, Montenegro) o en la de 20 etapas “High Scardus Trail” (norte de Macedonia, Kosovo, Albania), ambas creadas por Fahrig junto con la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ).
El operador turístico Gebeco ofrece actualmente 26 viajes a los Balcanes. “Por supuesto, estos países siguen siendo algo desconocidos y sorprendentes”, señala el director de la agencia, Michael Knapp.
“En ningún momento registramos una situación de inseguridad para nuestros huéspedes”, detalla Knapp, en referencia a las posibles preocupaciones de los viajeros sobre este punto.
No obstante, aconseja que siempre es mejor informarse con antelación.
Los Balcanes, región atractiva
“El desconocimiento y la falta de información probablemente inquieten a la mayoría de los viajeros”, opina Fahrig.
Aunque también considera que eso, al mismo tiempo, es lo que hace tan atractiva a esta región.
Sin embargo, recalca que muchas preocupaciones son infundadas. “No, en Albania no te roban en la calle”, enfatiza con una sonrisa. Tampoco hay zonas en los Balcanes que deban evitar las familias o las mujeres que viajan solas.
Es importante informarse sobre el estado de las carreteras en el interior de los países. “Los excursionistas deben tener en cuenta que los servicios de rescate en montaña no son comparables con, por ejemplo, los de Alemania”, explica.
Desarrollo turístico
Según el experto, es difícil hacer un panorama general de los Balcanes. Eslovenia, Croacia y la costa montenegrina ya están bien desarrolladas turísticamente.
Por otro lado, Bosnia, Serbia y el norte de Macedonia no tienen acceso al mar. “Son menos conocidos, pero allí se puede obtener el toque de aventura”.
Fahrig aclara que en estas regiones aún no hay una oferta turística bien posicionada y estandarizada.
Croacia no es una ganga
Croacia es muy diferente: Nina Meyer, del operador turístico Berge & Meer, recomienda el Parque Nacional de Krka, en el sur del país, y no lejos de allí la ciudad adriática de Split y las islas Krk, en la bahía de Kvarner, y Korcula, en la costa sur.
“Por lo demás, hay que salir a comer en los restaurantes típicos del país”, recomienda Meyer. Sin embargo, las vacaciones en Croacia no son necesariamente más baratas que en Italia.
La especialista señala que es más económico hacer vacaciones en Bulgaria y Albania. “Especialmente en Albania, la relación calidad-precio es buena. Los hoteles no son grandes complejos turísticos, sino más bien alojamientos familiares”.
El director de Gebeco también promociona Albania. “El país tiene un tesoro histórico inimaginable que ofrecer. Es una de las zonas más desconocidas de Europa.
Las playas
Si se quiere disfrutar del baño, las familias lo encontrarán, por ejemplo, en las playas de Durrës o en el lago Ohrid”.
El lago Ohrid, gran parte del cual se encuentra también en territorio del norte de Macedonia, es considerado uno de los más antiguos del mundo.
En el caso de Bulgaria, Knapp recomienda las playas de Gold Beach y Sunny Beach, como así también las de Sosopol y Primorsko.
Según Knapp, también el país vecino Rumanía es un buen destino vacacional de verano. La costa rumana del mar Negro ya es bastante popular por su ambiente familiar.
Algunos consejos
En general, una buena época para viajar a los Balcanes es de primavera a otoño (del hemisferio norte).
“Los meses de abril a junio, así como septiembre y octubre, son especialmente adecuados para vacaciones activas y recorridos”, dice Nina Meyer, de Berge & Meer.
“En tanto, los meses de verano, junio, julio y agosto, (en el hemisferio norte) son los mejores para las vacaciones de playa”, precisa.
Por su parte, Ricardo Fahrig aconseja evitar las costas en julio y agosto, ya que es la época en la que los propios habitantes salen de vacaciones. “La infraestructura se sobrecarga, todo está mucho más lleno y es más caro”, destaca.
Los peajes y las vías
Los veraneantes que se desplazan en coche tienen que estar preparados para los peajes de Eslovenia, Croacia y, en parte, Serbia.
“También conviene pensar de antemano un trayecto y averiguar si es posible viajar vía Italia en combinación con una travesía en ferry. O si es mejor elegir la ruta por tierra a través de Croacia y Montenegro”, aconseja Meyer.
Además, en algunos países, entre ellos Albania, se necesita la “tarjeta verde (o carta verde) del seguro”, con la que se demuestra que el viajero cuenta con un seguro del vehículo en el extranjero.
Pero, ¡atención! La “tarjeta verde del seguro” no se reconoce en Kosovo. “En ese caso, hay que contratar un seguro aparte en la frontera”, observa Fahrig.
Para los campistas, todavía hay poca infraestructura fuera de las rutas principales. En muchos lugares, como mucho hay una parcela, pero sin enchufe ni ducha.
“Esto es perfecto para los amantes de la naturaleza que prefieren acampar en lugares más salvajes. También puede ocurrir que algún granjero te deje quedarte en su prado”, revela.
La hospitalidad es muy importante
El operador turístico hace hincapié en la hospitalidad de la gente en los Balcanes.
“Sus habitantes son conscientes y también sufren el modo de cómo percibe el mundo exterior a sus países y están ansiosos por cambiar esta situación. Aquí la gente es abierta y cálida”.
Fahrig también resalta que la familia suele ser lo más importante, por lo que los alojamientos y hoteles de los países también son aptos para padres con niños. “No hay ninguno donde los niños no sean bienvenidos”, subraya.