El Prado recupera la “experiencia erasmus” en Nápoles

El Museo del Prado ha inaugurado la exposición ‘Otro Renacimiento. Artistas españoles en Nápoles a comienzos del Cinquecento’, que recupera la “experiencia erasmus” de los artistas españoles en Nápoles durante una época de intercambio cultural entre España y este reino.

Los artistas salían de España y se conocían en este punto napolitano de encuentro, que ejercía de "puente de corrientes". A su regreso a España, esos mismos 'viajeros' "tenían que vérselas con la tradición local", donde por ejemplo adaptaban las pinturas a los grandes retablos con tablas de madera policromada.
El Museo del Prado ha inaugurado la exposición 'Otro Renacimiento. Artistas españoles en Nápoles a comienzos del Cinquecento', que recupera la "experiencia erasmus" de los artistas españoles en Nápoles durante una época de intercambio cultural entre España y este reino.Europa Press

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En cierta manera, se podría decir que los artistas españoles venían a Nápoles a hacer su erasmus, recogían la influencia de otros grandes artistas del momento como Leonardo, Rafael o Miguel Ángel y también llegaban a un sitio lleno de diplomáticos y con representación de la Iglesia”, ha señalado uno de los comisarios de la muestra, Andrea Zezza.

La exposición, con el patrocinio de la Fundación BBVA, está compuesta por 75 obras (44 pinturas, 25 esculturas, cinco libros y un retablo) procedentes de colecciones públicas y privadas nacionales e internacionales. Obras de Pedro Machuca, Bartolomé Ordoñez, Diego de Siloe o Alonso Berruguete recorren las salas del edificio de los Jerónimos.

El director del museo, Miguel Falomir, ha insistido en esa idea de “meeting point” que ejercía Nápoles -con cinco veces más población que otras ciudades italianas como Florencia- en los años iniciales del siglo XVI, no solo para españoles e italianos, sino para artistas de otras partes del mundo como los franceses o los flamencos.

De esta manera, la muestra se sale de un panorama artístico a menudo considerado secundario respecto a los tradicionales focos del Renacimiento: Florencia y Roma. “Es un renacimiento diferente, porque no es normativo y se sale de las corrientes tradicionales”, ha afirmado.

El Prado recuerda los grandes retablos

Los artistas salían de España y se conocían en este punto napolitano de encuentro, que ejercía de “puente de corrientes”. A su regreso a España, esos mismos ‘viajeros’ “tenían que vérselas con la tradición local”, donde por ejemplo adaptaban las pinturas a los grandes retablos con tablas de madera policromada.

La exposición se divide en cinco secciones, desde los orígenes del Reino de Nápoles como parte del Imperio español hasta el asentamiento del particular Renacimiento en España, pasando por la influencia de la ‘maniera moderna’. La muestra cuenta con el ‘Breviario-Misal de Fernando el Católico’, de la Biblioteca Vaticana, destacado por otro de los comisarios, Riccardo Naldi.

‘El descendimiento de la cruz’, de Machuca y de Sabatini, o el ‘San Sebastián’ de Diego de Siloe, son otras de las piezas sobre las que se ha puesto el foco. Javier Solana, presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, ha calificado esta iniciativa de “viaje visual por una etapa cargada de interés”.

“Era un instante en el que se estaba descubriendo una nueva manera de expresión artística, que se interpretaba de otro modo y que llegaría a la península ibérica digerida, metabolizada y diferente”, ha concluido Solana.

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