Cargando...
Para esta edición se prevé que los desfiles de carnaval se realizarán solamente los sábados en cinco fechas, que ocuparán los dos últimos sábados de enero y los tres primeros del mes de febrero.
Si por alguna circunstancia, en caso de lluvia o lo que fuere, no se puede realizar uno de esos sábados, el espectáculo pasará para el día siguiente, domingo, según refirió la directora de Turismo de la Municipalidad de Encarnación, Rebeca Arramendi.
Para la organización de la próxima edición de los carnavales encarnacenos, una fiesta popular que caracteriza a la capital de Itapúa y es uno de sus principales atractivos turísticos visitados por miles de personas anualmente, se conformó una comisión especial integrada por representantes del gobierno de la ciudad y del departamento de Itapúa, así como representantes de clubes deportivos y sociales que participan de los desfiles con carrozas y comparsas.
La comisión especial es presidida por el intendente Luis Yd (Alianza) a través de sus representantes en las direcciones de Turismo y Cultura. La vicecoordinación del evento está a cargo del gobernador de Itapúa, Cristian Brunaga, a través de sus secretarías de Turismo y Cultura.
Este comité especial se reúne en forma regular todos los días viernes para trabajar en los detalles de organización, mencionó Arramendi. Los carnavales encarnacenos movilizan a miles de personas, tanto en la organización como desarrollo de las fiestas a través de los grupos de bailes, batucadas, artesanos que elaboran trajes, tocados, carrozas, un gran despliegue de logística y movimiento de dinero, lo que implica un intenso trabajo de búsqueda de financistas entre las firmas comerciales que promocionan sus productos.
Entre las últimas resoluciones adoptadas por el comité organizador está el de la fecha de presentación oficial de la edición 2023 de los afamados corsos encarnacenos, que será el próximo siete de enero en la capital itapuense y el 14 del primer mes del año en Asunción.
Los corsos implican también un gran movimiento comercial en hotelería, gastronomía, transporte y en diferentes otros órdenes de servicios, es decir, tienen un gran impacto en la economía de la región.