“Se encontrarán habilitados para los visitantes tanto las pasarelas como el mirador, tras una crecida extraordinaria” , indicó la empresa concesionaria del Parque Nacional Iguazú este martes. El paseo peatonal hacia el mirador había sido cerrado hace cuatro días a raíz de las correntadas por las fuertes lluvias en el nordeste argentino y el sur de Brasil.
“La gente estuvo muy sorprendida por el caudal del agua. Veníamos de una sequía. Un sector muy pequeñito de la pasarela ya fue reparado” , dijo a la AFP el guardaparque Rodrigo Castillo.
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La medida de seguridad se tomó cuando el caudal de agua llegó a los 12.000 metros cúbicos por segundo. El río Iguazú, que alimenta las Cataratas, tiene normalmente entre 1.500 y 2.000 metros cúbicos por segundo de caudal. Por la última sequía, “el caudal había bajado a 500 metros cúbicos por segundo” , explicó Castillo.
En 2014, una crecida mayor a la actual destruyó grandes tramos de las pasarelas, que fueron reconstruidas sobre estructuras de acero. La fuerza de la caída de agua había obligado también a suspender los paseos náuticos en lanchas que llevan a los turistas al pie de los mayores saltos a través de un curso fluvial.
Las imponentes Cataratas son Patrimonio Mundial declarado por la UNESCO. Cuentan con 275 saltos. Un 80% de los saltos se ubican del lago argentino y el resto del lado brasileño, en medio de un paisaje de selva subtropical y parques de conservación de fauna y flora autóctona.