Los drones sobrevuelan las zonas designadas, realizan fotografías cada dos metros, y con ellas se elabora un mapa de gran precisión que permite identificar la presencia de minas, lo que es “una revolución” en las labores de desminado, de acuerdo con la ONG, dedicada a la atención a discapacitados en zonas en conflicto.
“Las primeras pruebas se llevaron a cabo en enero en el desierto al sur de Faya (Chad), una zona fuertemente contaminada por el conflicto con Libia en (la década de) los años 1980”, explicó el jefe del proyecto, Xavier Depreytere, quien no descartó trasladar la iniciativa a zonas de Colombia donde se realizan tareas de desminado.
“El terreno es diferente, pero ello no significa que los drones no puedan ayudar. De hecho, estamos intentando llevar a cabo pruebas en partes del sur del Chad con más vegetación”, destacó el experto.
“La idea es adaptarnos a las limitaciones de cada lugar y aprovechar de la mejor forma posible la tecnología”, añadió, y explicó que los drones también pueden analizar el impacto que las minas pueden producir en la vegetación.
“Confío en que podamos llevar las lecciones aprendidas en Chad a la comunidad global, y aplicar el programa donde se pueda, incluyendo Latinoamérica”, concluyó Depreytere. Las minas antipersonas representan un problema cotidiano para poblaciones civiles de 61 países, en los que suponen además un freno al desarrollo, al impedir el cultivo de grandes extensiones de terreno.
Los avances de Handicap International en este programa se presentaron esta semana en la reunión anual de expertos del Servicio de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas (UNMAS), que tuvo lugar en Ginebra.
En la reunión se elaboró una lista de las necesidades de financiación de proyectos relacionados en todo el mundo, en el que se fijó el objetivo de recaudar 23 millones de dólares para sufragar en Colombia tareas de desminado y de apoyo a afectados en áreas minadas.