Es un “Soundwave Tattoo”, un tipo de tatuaje creado y lanzado el año pasado por Nate Siggard en Los Angeles. Consiste en una onda de sonido pintada permanentemente en la piel que una aplicación de celular lee y reproduce. Su empresa se llama Skin Motion.
Los tatuajes tienen casi siempre un significado. Todo cabe en ese lienzo de piel. Están quienes eternizan un amor, un hijo, los padres, una banda musical a través de una palabra, un símbolo, una foto... y ahora, un sonido.
Hanna, de 24 años, dedicó su trigésimo quinto tatuaje a su madre. “Le dije básicamente, sin dar mucho detalle, “envíame una grabación de algo que siempre quieras que escuche”, para poder hacerlo y dárselo en el día de las madres”, el domingo 13 de mayo en Estados Unidos.
Tiffany García se encargó de tatuar la onda de sonido, que luego Hanna reproducía sin parar. “Hola Hanna, soy tu mamá. Estoy muy orgullosa de ti, te amo mucho y siempre te amaré. Mamá te ama”, dice todo el mensaje. “Me encanta tener siempre su voz conmigo, ella no será eterna, pero su voz la podré escuchar cada vez que quiera”, expresó a la AFP.
Un comentario de la novia de Siggard, Juliana Damiano, inspiró la idea. Siggard, que tenía ya entonces 10 años trabajando como tatuador, estaba tatuando la onda sonora de la canción “Tiny Dancer” de Elton John cuando Damiano le dijo: “¿No sería maravilloso si pudiéramos escuchar ese tatuaje?”.
Y el hombre vio el potencial. El primer prototipo se lo tatuó a sí mismo y lo subió a internet. Los sonidos, que pueden tener un máximo 30 segundos, son variados. El de Siggard incluye un “Te amo” de su pareja, seguido por el balbuceo de su bebé. Otra mujer se tatuó la onda con el aullido de su perro.
“La mayoría de la gente se hace algo basado en razones extremadamente sentimentales, a veces tienen el audio de un niño o un ser querido o, ¿qué se yo?, el sonido de su carro favorito, y lo quieren tener consigo siempre, es importante para ellos”, indicó García, miembro de una red de más de 300 tatuadores de Skin Motion y ubicada en Torrance, 35 km al sur de Los Ángeles. Funciona así: el usuario sube a la página web de la empresa un sonido; el sitio genera la onda que se lleva al tatuador, que se encarga de colocarlo en la piel.
La aplicación solo lee ondas, no otras formas ni imágenes, y tienen que ser tatuadas en una superficie plana, como el antebrazo. Una vez activado el tatuaje, se debe pagar por el servicio de reproducción 40 dólares el primer año y luego 10 anual. Se puede tener más de uno, pero cada tatuaje necesita una activación diferente y, por ende, pagos separados.
En abril pasado, Siggard, que trabajó en el pasado como programador de sitios web, lanzó un primer video mostrando la tecnología, que según la empresa, tiene 350 millones de visitas. Skin Motion no divulga el número de tatuajes que han hecho hasta ahora, señaló Siggard, que dijo que tienen tatuadores autorizados en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos y Europa.
García ya piensa en el futuro. “Mis sueños más salvajes de tatuajes interactivos incluyen un tatuaje que puedas tocar, algo así como el teclado de un teléfono”.