Prácticamente todos los móviles con sistema operativo Android (de Google) sustentan su núcleo o parte operativa sobre el que se instalan luego las aplicaciones que utilizan los usuarios, en software libre.
Y también lo utiliza Apple y Amazon y el resto de las grandes tecnológicas. Hay Linux incluso en Marte, con los robots de exploración y en las estaciones espaciales, y en los hospitales, y en los aviones.
El software libre se basa en un tipo de programación de código fuente compartido que aporta de forma abierta las claves para escudriñarlo, copiarlo o añadir mejoras y distribuirlo, habitualmente de forma gratuita.
El funcionamiento de la enciclopedia virtual Wikipedia se sustenta en su totalidad en este tipo de sistema operativo. A nivel cooperativo, diversos proyectos recurren a este tipo de programación abierta, como en África para el funcionamiento de tabletas u otros dispositivos con fines escolares.
Como las recetas de cocina
El software libre funciona un poco como las recetas de cocina: con la combinación de ingredientes que pueden mezclarse libremente para ir mucho más allá de un menú inicial que a lo mejor data de hace siglos pero que se enriquece con el tiempo, con sucesivas aportaciones de generaciones que contribuyen a hacer un plato más suculento y replicable para quien quiera cocinarlo a su estilo.
La historia del paradigmático Linux, un software libre fruto de la combinación de varios proyectos se remonta a 1991, aunque fue el 14 de marzo de 1994 cuando finalmente se lanzó al público por primera vez su versión 1.0.0, que constaba de 176.250 líneas de código.
También conocido como GNU/Linux, este sistema fue impulsado por el ingeniero finlandés Linus Torvalds, responsable del núcleo pero inspirado para su proyecto en aportaciones como las del famoso programador Richard Stallman, un ideólogo que sentó las bases filosóficas de la iniciativa ya a finales de la década de los ochenta.
Hoy en día el sistema GNU/Linux es “líder indiscutible” en software en el mundo. Su desarrollo y contribución ha cambiado la informática, con muchas empresas colaborando en miles de proyectos de uso empresarial.
El software libre permite compartir avances a las empresas pero también beneficia a los propios programadores porque da visibilidad a su talento en la comunidad.