La compañía de comida rápida indicó en un comunicado que su objetivo es implementar la tecnología de Dynamic Yield en el menú de su servicio para automóviles, el conocido como “drive-thru”, de manera que este se actualice automáticamente y se adapte a variables como el tiempo meteorológico o el tráfico.
Además, McDonald's quiere que, una vez que el cliente haya empezado a seleccionar contenidos del menú, le aparezcan recomendaciones de otros productos que complementen su elección.
Aunque ni la cadena de restaurantes ni Dynamic Yield (con sede compartida entre EE.UU. e Israel) detallaron el precio de la operación, la prensa especializada la cuantifica en 300 millones de dólares, lo que supone la mayor adquisición por parte de McDonald's en veinte años.
“La tecnología es un elemento crítico de nuestro plan de crecimiento rápido, que mejora la experiencia de nuestros clientes al proveerles de más comodidades”, indicó el presidente y consejero delegado de la cadena de hamburgueserías, Steve Easterbrook.
La compra de Dynamic Yield permitirá expandir la “capacidad para incrementar el papel que la tecnología y los datos desempeñarán en nuestro futuro y la velocidad a la que seremos capaces de implementar nuestra visión de crear experiencias más personalizadas para nuestros clientes”, según el ejecutivo de McDonald's.
En el futuro, la empresa planea integrar esta tecnología al resto de sus productos digitales, desde los quioscos de autoservicio en los restaurantes hasta su aplicación para móviles.
Dynamic Yield, que cuenta con oficinas en Nueva York, San Francisco, Berlín, Tel Aviv, Singapur, París, Londres, Moscú y Barcelona, mantendrá también sus operaciones al margen de McDonald's, trabajando para clientes presentes y futuros en el ámbito de la atención personalizada.