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La red social anunció la restricción del uso de su plataforma Facebook Live, en la que fue transmitida en directo la matanza de Christchurch, en Nueva Zelanda, en la que un hombre mató a 51 personas en un doble atentado contra mezquitas.
Facebook fue muy criticada por haberse demorado en interrumpir ese video, cuyas imágenes se propagaron rápidamente por Internet. A partir de ahora los usuarios que violen las reglas de uso de la red social, en particular aquellas que prohíben a “organizaciones e individuos peligrosos” , serán suspendidos temporalmente de Facebook desde la primera infracción.
La intención de la tecnológica es bloquear el acceso a la herramienta “ Facebook Live ” durante 30 días, aproximadamente, a cualquier usuario que haya compartido un post que vaya en contra de su política comunitaria, por ejemplo una referencia sin contexto a un enlace de una declaración de un grupo terrorista.
Para ello, la compañía de Mark Zuckerberg destinará una partida de 7,5 millones de dólares en tecnología de análisis de imagen y audio, según ha avanzado en un comunicado.
Asimismo, planea trasladar el nuevo modelo de restricción a “ otras áreas ” en las siguientes semanas. Por ejemplo, evitará que los usuarios que publiquen o compartan contenido prohibido, como la distribución de imágenes de explotación infantil, puedan crear anuncios.
Hasta ahora Facebook había optado por suprimir únicamente contenido de la plataforma y eliminar o bloquear de manera temporal páginas y cuentas que fuesen en contra de su normativa de uso.
Con la nueva regulación, la plataforma estrecha el cerco de la permisividad pero especialmente en relación con la herramienta Live, que fue utilizada por el atacante de las mezquitas de Christchurch.
En ese momento, Facebook trató de frenar la diseminación del vídeo eliminando la cuenta de esta red social y de Instagram del atacante después de que la policía alertarse de la transmisión en directo, pero para entonces ya había sido compartido por miles de usuarios.
Facebook ya cuenta con un operativo compuesto por 30.000 efectivos en varios puntos del mundo, dirigido desde Dublín, para detectar e interceptar contenidos que afecten a la seguridad de la plataforma, así como publicaciones que puedan resultar peligrosos para el mundo “ offline ” .
Sin embargo, justifica la nueva partida presupuestaria con la necesidad de “ investigar de manera más profunda ” en nuevas técnicas para identificar imágenes y vídeos editados o manipulados y que pueden ser compartidos en distintos formatos y por varias cuentas diferentes, como en el caso de Christchurch.
“En los próximos meses, estableceremos nuevas colaboraciones para que podamos movernos y avanzar tan rápido como sea posible para innovar frente a esta amenaza ” , añade la empresa. EFE