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Cuando Yahoo informó a finales de 2016 del robo masivo de datos de cuentas por parte de hackers, una de las cosas que más llamó la atención fue el número: mil millones, según la empresa. No parece realista que Yahoo tenga esa cantidad de usuarios, pero la plataforma mezcla de buscador y portal de Internet fue en su momento uno de los gigantes de Internet. ¿Cuántas de esas cuentas llevaban pues años sin usarse?
¿Es un problema tener estas cuentas "dormidas"? "Depende de lo que esté guardado en ellas y si uno utiliza la contraseña en otras partes", señala la profesora Melanie Volkamer, que dirige el grupo de investigación SECUSO (Security, Usability, Society) en la Universidad Tecnológica de Darmstadt.
Los datos más críticos son naturalmente los números de cuentas bancarias o de tarjetas, sobre todo si se siguen usando, así como direcciones o números de teléfono actuales. Y una contraseña que se usa en muchos sitios puede servir a los criminales como una llave para acceder a otras cuentas.
Los usuarios tampoco deben confiar en que cada servicio proteja sus datos con las mismas garantías de seguridad. Por ejemplo, todos deberían blindar las contraseñas especialmente bien, y esto es un tema que ya era conocido hace años, comenta Volkamer. Es decir que la antigüedad de una cuenta no implica necesariamente que esté menos protegida, pero hay empresas que no cumplen con los estándares, ni entonces ni ahora, opina la experta.
Pero ¿quién se acuerda todavía de la contraseña de una cuenta que tenía hace 15 años? Mientras que uno recuerde el nombre de usuario y tenga acceso a la cuenta de email vinculada con el servicio, esto no es un problema grave, al menos en teoría. Basta con utilizar la función de "He olvidado mi contraseña" para recuperarla o bien la pregunta de seguridad.
Pero solamente tener acceso a una cuenta no significa que sea posible borrarla. No existe un link para esta función en la Configuración, ni siquiera en las cuentas nuevas. Google ofrece una opción para ello, también Facebook, y en Skype hay una web específica. Pero, por ejemplo en Amazon, hay que contactar con el soporte técnico.
En el caso de empresas más antiguas o que ya no están activas, todo es aún más complicado. Hay webs que ofrecen un panorama general de qué se puede borrar y dónde, como Accountkiller o Justdeleteme, a menudo con los links directos a la función de eliminación.
Cuando un usuario borra o cierra una cuenta, sus datos siguen sin embargo allí. Una investigación de una asociación de protección al consumidor alemana descubrió en 2013 que las empresas no borran los datos de los antiguos clientes, algo que se puede ver claramente cuando años más tarde uno vuelve a ingresar en la cuenta y se encuentra con ellos.
En sí el cliente tiene derecho a que al cerrar sus cuentas se borren todos los datos allí almacenados, dice la experta Carola Elbrecht, pero "a menudo el consumidor no puede comprobar si eso realmente es lo que ocurre".
A ello se suman cuestiones complicadas como que, por ejemplo, las empresas de venta online no pueden borrar parte de la información porque podrían necesitarla por requerimiento del fisco. En estos casos, subraya Elbrecht, hay que exigir que los datos sean bloqueados ya que no pueden ser eliminados.