Rompiendo con su patrón de publicar cada año secuelas de Assassin’s Creed, que ha vendido más de 100 millones de copias desde que debutó la primera versión hace una década, Ubisoft se tomó un año para lanzar Assassin’s Creed: Origins.
La nueva entrega esta situada en Egipto en la época en que Cleopatra asciende al trono y revela como empezó la hermandad de asesinos.
“Desde el principio, la franquicia Assassin’s Creed ha explorado momentos fundamentales en la historia, desde la Tercera Cruzada hasta el Renacimiento Italiano, y este último año Egipto”, dijo Jean Guesdon, director creativo de Origins.
El trabajo para esta entrega empezó hace cuatro años, con el equipo intentando proporcionar una fresca y nueva experiencia para los usuarios en un franquicia que ha mostrado señales de que el entusiasmo ha decaído.
“Realmente quisimos trabajar los principales sistemas”, dijo Julien Laferriere, productora de Origins, mientras mostraba el juego a la AFP en la expo E3 a principios de este año.
El sistema de combate del juego fue rediseñado, e imbuido con inteligencia artificial que genera enemigos más astutos y da vida a personajes virtuales con sus propias responsabilidades, tales como atender granjas y alimentar familias.