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El fenómeno que hace un cuarto de siglo comenzó con un deseo de “Feliz Navidad” , ahora está en franca declinación pero aún lejos de desaparecer.
El primer SMS entre dos dispositivos electrónicos fue mandado por el ingeniero Neil Papworth de Vodafone el 3 de diciembre de 1992, con el texto “Merry Christmas” desde su computadora al celular de un colega en la red Gsm. Entonces los celulares aún no tenían letras en sus teclados.
La idea era usar los SMS como un servicio de búsqueda de personas, escribió Papworth en su sitio: “Ninguno tenía idea delas proporciones que alcanzaría el fenómeno”. Las revoluciones comienzan siempre así.
En realidad para el primer SMS intercambiado entre dos teléfonos celulares hubo que aguardar hasta el año siguiente,1993, con el experimento de un pasante de la firma Nokia, el finlandés Riku Pihkonen. La tecnología se puso en marcha y en pocos años los SMS se volvieron masivos.
El boom arribó a finales de los años noventa con la llegada de los celulares a manos de los más jóvenes. En 2007 en Estados Unidos por primera vez los mensajes intercambiados cada mes superaron a las llamadas telefónicas.
Las primeras redes sociales emergentes se inspiraron en ellos, como Twitter que abandonó su formato telegráfico apenas hace unas pocas semanas atrás.
Al mismo tiempo, justo en 2007, comenzó un nuevo amanecer para la comunicación digital: con la llegada del iPhone y de las aplicaciones (APPs) en los smartphones nada volvería a ser lo mismo.
Los servicios de mensajería instántanea de las computadoras personales desembarcaron en los teléfonos móviles y comenzó la debacle del texto simple.
En 2012, por primera vez, el volumen de los chats intercambiados en el mundo fue mayor que los SMS. Y ahora, mientras plataformas como WhatsApp galopan hacia los mil millones de usuarios, los SMS resultaron canibalizados. Esta tendencia se da sobre todo en mercados de países desarrollados en los que los smartphone dominan.
En Italia, según la Autoridad para las garantías en las comunicaciones (Agcom), ente regulador del país, desde comienzos de año los SMS enviados fueron 10,1 mil millones, un 18% menos que hace un año y un 76% menos respecto de junio de 2013.
Sin embargo es prematuro considerar “muertos” a los SMS.
Porque en distintas partes del mundo, por la escasa conectividad en regiones menos desarrolladas, casi la mitad de los que poseen un celular no navegan online y no descargan apps, sino que usan sus aparatos como en los noventa, para hablar y mandar SMS.
Pero no sólo ellos, gracias a planes de tarifas con SMS ilimitados, también en algunos países muy avanzados como Francia, Estados Unidos y Reino Unido, los SMS todavía resultan más utilizados que WhatsApp.
Cambian los formatos y el medio pero los mensajes digitales parecen ser cada vez más importantes para la Humanidad, ya sea un SMS, un chat o un correo electrónico.
Según una investigación encargada por Facebook en ocasión del cuarto de siglo cumplido por los SMS, el 80% de los adultos y el 91% de los adolescentes del planeta intercambian mensajes cada día.