Jugadoras chinas de los eSports desafían barreras del sexismo en los videojuegos

Un grupo de jugadoras chinas de eSports están consiguiendo establecerse a pesar del sexismo que impera en el medio, gracias a sus convicciones y a su amor a los videojuegos.

Jjugadoras son entrevistadas después de competir en un evento de e-sports femenino en Pekín. Para las jugadoras de e-sports en China, dominar el juego es solo el primer obstáculo para hacerse un lugar en un campo dominado por hombres.
Jjugadoras son entrevistadas después de competir en un evento de e-sports femenino en Pekín. Para las jugadoras de e-sports en China, dominar el juego es solo el primer obstáculo para hacerse un lugar en un campo dominado por hombres.020009+0000 ADEK BERRY

China es actualmente uno de los grandes centros de las competiciones de deportes electrónicos, también conocidos como eSports, con equipos al más alto nivel internacional.

El fenómeno llama la atención en un país en el que los medios del Estado calificaban a los videojuegos como “opio espiritual”.

En 2024 las competiciones de videjuegos generaron más de 3.600 millones de euros (3.691 millones de dólares) de ingresos en China, atrayendo a 490 millones de espectadores, con premios muy importantes y jugadores recibidos como estrellas.

Jugadora reacciona mientras compite en un evento de e-sports en Pekín.
Jugadora reacciona mientras compite en un evento de e-sports en Pekín.

Pero más del 90% de los 195 clubes profesionales de los eSports chinos son exclusivamente masculinos. Las jugadoras constatan que su género es un obstáculo importante para progresar.

90% de clubes masculinos

“La gente no reconoce mis competencias porque soy una chica”, señala a la AFP Liu Anqi, de 23 años, jugadora profesional del equipo femenino RE-Girls.

Liu Anqi se marcó como objetivo obtener el estatuto de jugadora profesional. “Para que no pudieran decir que hacía trampas o que no tenía el suficiente talento”, explica.

La jugadora Liu Anqi practica videojuegos en su casa en Linyi, en la provincia oriental de Shandong, China.
La jugadora Liu Anqi practica videojuegos en su casa en Linyi, en la provincia oriental de Shandong, China.

Los comentarios negativos persiguen a las jugadoras en China, poniendo en duda sus competencias o haciendo bromas sobre sus voces o apariencias.

‘Liooon’ Li Xiaomeng, la jugadora más conocida del gigante asiático, ha sido incluso acusada de ser suplantada por su novio en la competición.

Espectadores observan a jugadoras compitiendo durante un evento de e-sports en Pekín.
Espectadores observan a jugadoras compitiendo durante un evento de e-sports en Pekín.

“Si cometes un error te dicen que no mereces jugar a nivel profesional”, explica Wang Qianna, miembro del Killer Angel Girl E-Sports Club (KA).

Las jugadoras también sufren ataques misóginos por parte de hombres que consideran que utilizan su apariencia para hacer avanzar sus carreras.

“Les devuelvo sus insultos”, zanja Wang Qianna.

Misoginia

Los problemas van más allá del acoso en línea y son sobre todo estructurales en la sociedad china. Liu Anqi recuerda haber sido descalificada de un programa de entrenamiento, inferior a su nivel, únicamente por ser mujer.

Jugadora compitiendo durante un evento de e-sports femenino en Pekín.
Jugadora compitiendo durante un evento de e-sports femenino en Pekín.

Las reticencias de algunos clubes a formar a las jugadoras ha llevado a que sean ellas mismas las que formen sus estructuras.

“El eSports ha sido durante mucho tiempo considerado un deporte únicamente masculino”, explica Chen Bo, entrenador del KA.

Los tiempos han cambiado, pero la desigualdad permanece. Los premios del Open femenino Honor of Kings 2024, competición que se celebró en diciembre, ascendieron a 136.000 euros (139.400 dólares).

En comparación, la primera edición de la final de la liga King Pro, su equivalente más prestigioso, tenía premios de 9,3 millones de euros (9,54 millones de dólares).

La pasión por encima del dinero

Liu Anqi asegura que la mayor parte de las jugadoras del deporte electrónico encuentran la energía “por amor” más que por dinero.

Jugadoras compitiendo en un evento de e-sports en Pekín.
Jugadoras compitiendo en un evento de e-sports en Pekín.

Con pocos ejemplos de estrellas, las mujeres suelen tener problemas para convencer a sus familias sobre la posibilidad de tener una carrera en este sector.

El padre de Liu Anqi reconoce no comprender “nada” de esta industria y no apoyó a su hija en sus inicios. Hoy ha cambiado de opinión, pero nunca ha visto a Anqi en competición.

Un compromiso económico de las grandes empresas de videojuegos y políticas públicas más favorables podrían ayudar a las jugadoras, considera Liu Anqi y su entrenador.

“Únicamente con premios más importantes los clubes podrán invertir en las mejores jugadoras”, señala Liu Anqi.

En una noche fría de diciembre, la jugadora acaba de terminar la semifinal del Open femenino de ‘Honor of Kings’, uno de los grandes juegos de batalla en línea multijugador en el mundo.

Jugadoras compitiendo durante un evento de e-sports femenino en Pekín.
Jugadoras compitiendo durante un evento de e-sports femenino en Pekín.

El equipo azul, su adversario, acaba de pasar su última línea de defensa, explotando su barra de cristal roja que representa sus puntos de vida. Ha perdido 3-0 pero se muestra imperturbable.

“El año que viene habrá otras oportunidades. Lo que los otros piensan no cuenta tanto como antes, lo que cuenta es darse a sí misma el valor”, sentencia.

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