Kessler, quien dirige la columna del 'The Fact Checker' en el diario desde hace más de una década, ha destacado que la catástrofe de la dana "es un muy buen ejemplo de cómo la falta de acceso a la información o la incapacidad de los gobiernos para proporcionar información precisa puede tener resultados trágicos".
"Lo que ha sucedido en España es un caso real de estudio del impacto de la mala información, la información falsa, el debilitamiento de las instituciones periodísticas y luego, por supuesto, la ira de la gente, que incluso hemos visto lanzar barro al rey y a la reina, ya sabes, por sentirse traicionada, abandonada", ha añadido.
Kessler destaca que esas carencias periodísticas y de intoxicación desde las redes sociales se ha producido en el contexto de un cambio climático del que "no se ha publicado lo suficiente" ni, aún menos, tomado medidas "a tiempo".
Lo peor para el periodista del The Washington Post, -quien ha reconocido haber seguido en paralelo a las elecciones en EE. UU. las inundaciones de Valencia, una de sus "ciudades preferidas"-, es que "esto es sólo el comienzo" de la era de la desinformación, en la que se empiezan a ver "las consecuencias de no tener un periodismo y unas instituciones periodísticas sólidas".
Kessler, que antes de ocuparse de la verificación cubrió Política Exterior, Congreso y Casa Blanca, ha viajado a Barcelona para participar en el evento 'Netcom', que ha reunido a más de 300 profesionales de la comunicación.
Periodismo para aportar valor
Pionero en el 'fact cheking' contra las noticias falsas, realizó un recuento junto a su equipo de las 'fake news' de Donal Trump en su primera legislatura. El resultado fueron 30.000 "falsedades" o "afirmaciones engañosas" desde la economía, a la COVID, pasando por la inmigración o las recientes mentiras de campaña sobre "los haitianos comiéndose a las mascotas de los estadounidenses".
Frente a la escasa penalización que ese tipo de afirmaciones ha tenido en los comicios de EE. UU., a la vista de los resultados, Kessler defiende que el único camino posible para poner en valor la verdad y devolver la confianza a los medios es "hacer periodismo preciso y publicar reportajes en profundidad que aporten valor".
"Cuando publicamos una noticia importante en The Washington Post que expone la corrupción, tenemos muchos lectores", sentencia.
Tampoco ayuda a la prensa tradicional, destaca, que las redacciones sean "cada vez más pequeñas" y con menos medios, una realidad que, añade, azota especialmente al periodismo local.
"Siempre lo digo medio en broma aunque es algo muy serio: nunca ha habido un momento más idóneo para ser un político local corrupto, sin apenas medios controlando y explicando lo que pasa", ha dicho.
Redes sociales
Al respecto de las redes sociales, afirma que las instituciones periodísticas no pueden mantenerse al margen de "la conversación" de las personas, un debate público que en cada vez mayor medida pasa por lugares como las redes sociales y servicios de mensajería. "Los periodistas no podemos dejar de estar ahí también", ha dicho.
En ese sentido, preguntado sobre su parecer a propósito de la decisión de cabeceras como The Guardian o La Vanguardia de no publicar contenido en la red social del magnate Elon Musk, el periodista ha dicho no tener una opinión tajante y ha apuntado que "de todas maneras, 'X' ya no es un gran impulsor de tráfico para los medios desde hace un tiempo".
"Desde que 'Twitter' es 'X' el tráfico es menor porque si pones un enlace de tu medio, el algoritmo de la red te degrada porque no quiere que el usuario deje su página para ir a otra web", ha añadido.
Sobre la fuerza del todopoderoso algoritmo, Kessler ha reflexionado que es el culpable de que las redes "solo den a los usuarios informaciones desde un mismo punto de vista una y otra vez, lo que causa una visión del mundo sesgada".
"Antes, cuando leías el periódico, tus ojos alcanzaban a leer al pasar página tanto noticias de tu máximo interés como otras que quizá no te parabas a mirar tanto pero que estaban ahí y de las que algo podías enterarte", ha reflexionado.
Kessler ha subrayado que en sus clases de periodismo siempre traslada a los más jóvenes la importancia de "diversificar" las fuentes de información, de seguir medios distintos, tanto a demócratas como republicanos, "porque de lo contrario terminarán con un flujo contaminado que les dará una impresión falsa sobre lo que está sucediendo en el mundo".