La reducción se atribuye a una operación especial de tres años, iniciada en junio de 2022, que abarcó desde la fabricación y tráfico interno hasta el contrabando transfronterizo, con medidas como confiscaciones, vigilancia de internet y coordinación interdepartamental, informó la cadena estatal CCTV.
El Ministerio anunció la resolución de 19.000 casos relacionados con armas de fuego y explosivos, la desarticulación de 54 bandas criminales y la destrucción de 237 bases delictivas.
Además, las autoridades arrestaron a 831 sospechosos e incautaron 495 armas de fuego y 290 toneladas de precursores químicos.
Las provincias centrales de Jiangxi y Hubei destacaron por la desarticulación de redes de producción y tráfico, realizando 34 operaciones nacionales coordinadas.
Un aspecto clave de la operación, según el organismo público, fue la supervisión de internet, donde se detectó un aumento de actividades ilegales relacionadas con la venta y fabricación de armas.
Las autoridades señalaron que muchos individuos publican métodos para fabricar explosivos o partes de armas en plataformas digitales, lo que ha llevado a una intensificación en la limpieza de contenidos ilegales y a la imposición de sanciones administrativas bajo la Ley de Ciberseguridad del país asiático.
Además, se reforzaron los controles en zonas rurales y montañosas para prevenir el uso indebido de armas, especialmente en actividades como la caza ilegal.
El Ministerio lanzó también una campaña de concienciación para educar a la población sobre los riesgos y las leyes relacionadas con armas y explosivos. Se recibieron 1.440 denuncias, lo que permitió resolver 567 casos, según cifras oficiales.
En China, el uso de armas de fuego está limitado a las fuerzas de seguridad, el Ejército y el personal que protege instalaciones de importancia estatal; la posesión civil está restringida principalmente a organizaciones deportivas y de cacería, siendo ilegal para individuos salvo en casos excepcionales como permisos de caza.
Los últimos datos del estudio suizo Small Arms Survey, encuesta que estima la cantidad de armas ligeras en manos de civiles en el mundo, tanto legales como ilegales, muestran que en el año 2017 China disponía de casi 50 millones en posesión de ciudadanos, una cifra considerada exagerada por analistas chinos.
El estudio sostiene que 3,5 de cada 100 ciudadanos chinos poseen un arma, una cifra que contrasta notablemente con Estados Unidos, líder mundial, donde la tasa es de 120,48 armas por cada 100 habitantes.