A partir de este sábado, “y cada día durante los Juegos, 10.000 personas podrán acercarse al pebetero, a un ritmo de 300 personas cada 15 minutos”, indicó el Comité de Organización de los Juegos-2024 (COJO) en su página de internet.
“Dicha entrada del Jardín de las Tullerías”, donde se halla el pebetero de “11h a 19h”, lo “sitúa al alcance del público durante el día, antes de que regrese al cielo de París con la caída de la noche”.
A ras de suelo durante el día, el pebetero concebido por el diseñador francés Mathieu Lehanneur se elevará hasta 60 metros cada tarde “con la caída del sol” y “será visible a centenares de metros”, promete París-2024.
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Por su parte, la EDF considera ese “anillo-llama” el símbolo “de un futuro más responsable, el de un futuro eléctrico”, según un comunicado.
El pebetero olímpico, “potente flujo de luz”
La llama es en realidad un “potente flujo de luz” proyectado sobre una “nube de agua”. “La aparente simplicidad de esta solución, hecha posible por los avances tecnológicos en los LEDs, esconde largas horas de trabajo”, afirma la EDF.
Según París-2024, la antorcha expresa “por su simetría un símbolo de Igualdad”, mientras que la base circular “con la forma pura y circular del anillo, simboliza la Fraternidad”.
“Sólo faltaba la Libertad para completar el lema nacional. Entre tierra y cielo, el pebetero volante de París-2024 es la encarnación perfecta”.