La IA puede reproducir tan bien la voz y la imagen de un político que los electores apenas pueden distinguir el verdadero del falso.
Es paradigmático el ejemplo de Tamil Nadu, un estado en el sur del país, donde la oposición recurrió a un video generado por IA de la actriz y política J. Jayalalithaa, fallecida en 2016, para criticar al gobierno local.
El partido en el poder respondió con un video de su antiguo adversario M. Karunanidhi, fallecido en 2018, en el que alaba a su hijo, M.K. Stalin, el actual ministro principal del estado.
El reciclaje de oradores “muy carismáticos” es un nuevo medio de ganar audiencias, declara a la AFP Senthil Nayagam, fundador de la sociedad Muonium, encargada del video que resucitó a Karunanidhi.
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Desinformación
La penetración de internet aumenta en zonas rurales, donde viven más de la mitad de los 800 millones de usuarios del país, permite difundir un mensaje político de forma más eficaz y barata que con los mitines tradicionales, dice Nayagam. “Es difícil atraer a las multitudes”, dice.
Pero la tecnología puede usarse para desinformar, lo que constituye “una amenaza grave para la democracia y las instituciones sociales”, advirtió en noviembre el ministro de Comunicación, Ashwini Vaishnaw.