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La DMA pretende regular el poder de control que tienen las empresas digitales más grandes, consideradas “gatekeepers” o guardianes de acceso, con el objetivo de garantizar la competencia en este sector.
Para ello, establece una serie de compromisos y prohibiciones que deben implementar desde esta misma semana. Entre estas firmas se encuentra Apple, que ha tenido que modificar algunos de sus procedimientos para cumplir con lo que exige la ley.
Los de Cupertino tienen, concretamente, tres grandes frentes abiertos: su tienda oficial de aplicaciones App Store, su navegador nativo Safari y su sistema operativo iOS.
La compañía ha publicado un documento en el que explica cuáles son los cambios que está obligada a llevar a cabo y de qué manera espera hacerlo. Entre ellos se comenta cómo espera facilitar la transferencia de datos a otros sistemas operativos.
Así, indica que “planea realizar más cambios en su oferta de portabilidad de datos de usuario” y que está desarrollando una solución que ayudará a los proveedores de sistemas operativos móviles “a desarrollar soluciones más fáciles de usar” para transferir datos desde un iPhone a un teléfono que no sea Apple.
La compañía espera poder facilitar esta portabilidad en otoño de 2025, mismo año en el que espera ofrecer una solución de cambio de navegador para exportar e importar datos de uno a otro en el mismo dispositivo. Esta opción llegaría, como pronto, a finales de 2024.